El Cuerpo de Bomberos de Nicaragua recibe a diario alrededor de dos mil llamadas, pero casi todas corresponden a falsas alarmas o son para hacer preguntas tan insólitas, como cuál es la hora o indagar sobre la vida de los socorristas.
“De esas entre 55 a 60 llamadas son verdaderas, el resto son falsas alarmas”, declaró el segundo jefe de la Dirección General de Bomberos, comandante Ramón Landero. Hacer ese tipo de llamadas es “jugar con la vida de otros” que sí pudieran estar en peligro, reprochó Landero.
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