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Algo más sobre control de precios

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Según informó ayer LA PRENSA en su sección económica, Activos, el Cosep ha pedido a la bancada parlamentaria del PLI que retire su propuesta de ley para regular los precios de ocho productos primarios de la canasta básica que introdujo el martes 14 de octubre en la Asamblea Nacional.

No obstante reconocer la buena intención de los proponentes, en nuestra edición del lunes 20 de octubre corriente calificamos como “desafortunada” esa iniciativa que fue rechazada por los empresarios e incluso algunos diputados de la misma bancada opositora están en desacuerdo con ella. El rechazo es por la convicción de que en una economía de libre mercado el mecanismo regulatorio de los precios es la oferta y la demanda. Pero es también por la amarga experiencia del control de precios que impuso el régimen sandinista de los años ochenta, el cual provocó una pavorosa escasez, fomentó un gran mercado negro, creó un odioso sistema de distribución privilegiada para la clase dominante y discriminatoria para la población, arruinó la economía nacional y a la gran mayoría de los productores y perjudicó ante todo a los consumidores más pobres a los que supuestamente debía beneficiar.

Además, es muy conocida la deplorable situación de Cuba y Venezuela, países en los que impera un riguroso control de precios y sus consecuencias de escasez y carestía son un claro ejemplo de la perversidad de ese sistema económico de inspiración comunista totalitaria.

Sin embargo, a pesar de la evidencia hay quienes creen que el control de precios es necesario para proteger a los consumidores. Y en favor de su posición se remiten al caso de Panamá, país típicamente capitalista cuyo crecimiento económico es el mayor de América Latina pero el gobierno de derecha del presidente Juan Carlos Varela controla los precios de 22 productos de la canasta básica.

En realidad, el gobierno panameño es de derecha pero populista y el control de precios fue una promesa de campaña de Varela para conseguir votos del sector más pobre de la población y poder ganar la elección presidencial. Pero ahora la economía de Panamá ya está resintiendo el efecto negativo de esa medida populista que se aprobó mediante decreto presidencial apenas hace tres meses y medio. De primas a primera los productos controlados ya escasean en el mercado y los que no son controlados han aumentado de precio. Lo cual es lógico que suceda porque ningún productor o comerciante está dispuesto a producir ni a comerciar para perder.

Los políticos democráticos que quieren favorecer a la población más pobre deberían ingeniársela para elaborar y proponer iniciativas de política económica que realmente puedan redundar en beneficio de la gente, y no en su perjuicio como es el caso del control de precios.

Milton Friedman, economista judío estadounidense que ganó el Premio Nobel de Economía en 1976, advirtió sagazmente que de lo único que los economistas pueden estar completamente seguros es de que el control o regulación de los precios produce escasez. Y la escasez, como muy bien lo sabemos, crea el mercado negro, la especulación, el enriquecimiento de unos pocos y el consumo privilegiado de la minoría que detenta el poder.

Editorial

COMENTARIOS

  1. dmelara
    Hace 9 años

    No se cansa La Prensa de hacer propaganda al COSEP? Friedman también dijo “que la responsabilidad social de los negocios es aumentar sus utilidades”, lo que le ha valido muchas acusaciones de que su postura carece de consideración y de preocupación por la justicia social. Pero ya que aman a Friedman, LP deberia predicar que el COSEP pague bien a los empleados y se ciñan a las reglas de la sociedad, tanto las que están en las leyes, como las que están incorporadas en las costumbres morales.

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