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Orlando J. Icaza Gallard

Río de caracolitos negros

Alfonso Valle nuestro gran filólogo dice que Sutiaba proviene de Sutiapan: shuctli; caracolito negro atl: agua y pan, adverbio de lugar. Recientemente se le dio un significado político: Sub: Debajo y aba: padre. Estar debajo de la bota del padre.

Los caracolitos que eran abundantes en los dos ríos que aprisionan al pueblo, parecen estar extintos gracias al algodón y la caña de azúcar.

Este pueblo indígena, que debería de ser proclamado por la Unesco como patrimonio de la humanidad, está ubicado en el oeste de León.

Sus habitantes parecen haber llegado a este lugar por mar pues son mareños por tradición ya que vivían de todo lo que viene del mar.

Su lengua ya extinta es de origen Oto-mangue y proviene del suroeste de México en lo que son hoy los estados de Guerrero y Oaxaca, lugar donde parece haberse originado el maíz, el pipián y el frijol según datos encontrados en las cuevas de Guilá Naquitz.

Allí, fueron invadidos por los nahuas, feroces y más crueles que los mismos españoles. Esta invasión inyectó a su lengua vocablos de origen Uto-azteca (indios que venían de Utah y norte de México). Por su ubicación geográfica hubo también fuerte influencia maya. Cuando emigran al sur ya vienen con una mezcolanza multicultural y lingüística.

No creo que el hambre y las sequías fueron las razones que los empujaron hacia Nicaragua. Pienso más en razones políticas.

Se establecieron fundando muchos poblados de los cuales los más importantes fueron Sutiaba, Posoltega, Posolteguilla, Telica, Quezalguate y el ya olvidado Sacacaya. Sus orígenes los ubican desde las costas del Xolotlán hasta el océano Pacífico donde Imabite fue uno de sus ancestrales pueblos y donde reciben el nombre de nagrandanos. Por esto Oviedo llama Nagrando a León.

En 1610 Sutiaba acoge a León cuando huye del Momotombo, volcán bautizado con el nombre de un cacique nagrandano y pone como límites la calle de la Ronda.

Es un pueblo que ha dado grandes hombres a la patria como don Tomás Ruiz matemático y orador a cuyos esfuerzos se debe la creación de la Universidad de León. El bachiller Rafael Francisco Osejo quien regentó la casa de estudios Santo Tomás en Costa Rica primera institución de cultura y a quien se debió la primera ley de instrucción publica de ese país. Juan Modesto Hernández gran independentista y llamado el sabio indígena por el general Francisco Ortega Arancibia. Doroteo Amaya, sacerdote que cultivaba el dulce dialecto sutiaba.

Cuantos más se olvidan.

Eran excelentes ebanistas. El cristo yacente de catedral que por dos siglos es crucificado todos los viernes santos, es una obra maestra elaborada por el sutiaba don Saturnino Zapata ya olvidado. Y hay que ver aún hoy las sillas abuelitas y muebles de don Alejandro Gutiérrez.

Cultivaban en sus patios el algodón que hilaban con maestría sus mujeres y que con mucho amor y paciencia teñían usando caracoles del género murino, sin destruirlos, mostrando con ello gran respeto a los animales, muy diferente a como los fenicios lo hacían.

Ha sido un pueblo valiente que siempre ha creído en la justicia social ahora tristemente empañado por uno que otro mal hijo que ha prestado oído a pseudo-revolucionarios oportunistas.

Su grandeza es ampliamente reconocida por visitadores extranjeros entre los cuales figuró el gran indigenista EG Squier el que debería tener un monumento en su plaza central.

Su arte y amor por la naturaleza inculcado en sus genes deberían ser cultivados de nuevo y enseñárselos al mundo.

Podrían empezar con un encuentro histórico y cultural reuniendo a los principales representantes indígenas e historiadores de América.

Al darse a conocer más, mejoraran su calidad de vida y recobraran el orgullo de su sangre al que tienen todo derecho.

Muy al contrario de las otras tribus que poblaron el sur de Nicaragua, los sutiabas demostraron un espíritu democrático, pacífico y cultural que llamó la atención de historiadores, visitantes y críticos de peso internacional.

Sutiaba merece un reconocimiento histórico de parte de Nicaragua, Costa Rica y del resto de los pueblos indígenas de América.

El autor es Médico y Cirujano

Opinión Alfonso Valle Sutiaba archivo

COMENTARIOS

  1. Hace 9 años

    Aplaudo el esfuerzo de personas como usted por no dejar en el olvido la historia de un pueblo tan singular como el de los “Sutiavas”.

    Nota: sin duda, hay mucha historia oral circulando por los viejos caminos de este pueblo. Hay personas que se han dado a la tarea de recopilarla. Hace algunos años el pre-escolar “Primeros Pasos” ubicado, precisamente en en este pueblo, recopiló e hizo un pequeño compendio sobre Los Sutiavas y sus tradiciones.

    Soy orgullosamente habitante de Sutiava…

  2. Rulfo
    Hace 10 años

    Histórico e interesante opinión.

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