Para muchas personas podrán ser unos vagos que tratan de hacer vandalismo. Para ellos, es una forma de expresar su sentir, de protestar o de plantear los problemas sociales a la vista del público.
Lo que piensen los demás no les importa, solo quieren demostrar que lo que ellos hacen también es un arte, aunque muchos no los aprecien.
Te presentamos a estos artistas urbanos y su historia. ¡Conocelos!
HORA DE RAPEAR
Se hacen llamar Majo y Mafe y dicen ser las primeras chicas raperas en el país. María José Carrero y María Fernanda son las nuevas artistas urbanas que hacen de sus canciones el medio ideal para expresar diferentes problemáticas. Sumergidas hasta hace poco en el mundo del hip hop, estas chavalas van por buen camino. Enamoradas de lo que hacen, se dispusieron a intentar hacer rap, sin saber que tenían la “pegada”.
Con menos de un año de haber creado el dúo, Mafe y Majo llevan siete canciones grabadas compuestas por ellas mismas. Han tenido la oportunidad de presentarse en populares eventos y de tener buena respuesta por parte del público. ¿Pero cómo es recibido el rap en el país? Este dúo comenta que por el momento no hay mucha relación con esta cultura, puesto que se considera que es algo de la calle. Sin embargo, el apoyo que le ha dado una radio nacional a este género, ha sido importante para adentrar a los chavalos por este gusto. ¿Y dónde nació el rap? Mafe y Majo comentan que este nace en los años 70 entre la comunidad afroamericana, en Nueva York. Según Majo, los primeros raperos nicaragüenses son Materia prima, el Manicomio o Sobrino de la ciudad.
Si a vos te gusta el rap, podés escuchar las canciones de Majo y Mafe en su canal de Youtube, Majo Urbina.
HISTORIAS EN LA PIEL
Ken Corea es un admirador del tatuaje. Hasta hace poco la idea de tener un estudio de tatuaje, era casi nulo. Todo comenzó cuando dispuso a marcar su piel y comprobó aquel “encanto” que le provoca este arte. Podría decirse que hallar a su socio fue algo fortuito.
“Lo conocí cuando me iba a tatuar (en Costa Rica), cuando vine al país me lo encontré, entonces le dije lo del estudio a ver que le parecía y dijo que sí”, confiesa Ken al hablar de su socio Juan Carlos Pulido, mejor conocido como “Fonty”.
Con más de 15 años en este mundo artístico, Fonty y Ken, se pusieron las pilas para condicionar el estudio Maktub.
Aunque aún este tema se considera tabú, para estos jóvenes “es plasmar en la piel un arte”. Eso sí, siempre con el permiso de tus padres si sos menor de edad. Ken expresa que esto es representativo de hace miles de años, y que para los que se realizan este tipo de trabajo representa una historia, recuerdos, un sentimiento de fuerza o simplemente es una moda; un asunto que muchos no logran comprender.
Fonty explica que el tatuaje aún es tema de discusión, pues la sociedad juzgan al “libro solo por su portada”. Asimismo recalca que un tatuador es aquel que transforma una imagen en algo artístico. Sin embargo, él cree que Nicaragua aún no es un país libre en este tipo de ideología. Eso sí, Fonty detalló la responsabilidad que el joven debe de tener si decide tatuarse, pues recuerda que la higiene y la seguridad está ante todo.
+GRAFITI
Sus inicios se traslada al 2001 con la pintada de su nombre. Para Guimel Navarro, conocido como Crow, el grafiti “es un estilo de vida, y todo gira en torno a ello”.
“Seguí mi propio ritmo. Pasé a hacer cosas más trabajadas y darle un significado y el porqué de los colores de mis dibujos”, confiesa. Ahora Crow es una referencia del grafiti, pues sus dibujos hablan por sí solos.
Para Crow, pintar “es subterráneo a la sociedad, pues la gente es quien nos hace anónimos”, refiriéndose a que esto es aún ilegal, por eso no hay que pintar una pared o muro si no tenés permiso. Sin embargo resalta que pintar no solo es rayar por rayar, sino una manera de protestar, expresar y hasta dar una solución al problema. ¿Y cómo surge el grafiti en Nicaragua? Crow nos cuenta que el grafiti surge en el país en la década de los 90 por unos colegiales que experimentaron este arte en el extranjero y lo quisieron demostrar aquí, propiamente en reparto San Juan. S
egún Crow, comenzaron pintando los nombres en forma de grafiti. Uno de los que iniciaron esto fueron los grafiteros Fly, Meak, Chuck o Thief, quienes se tomaron el muro de la UCA, así como la avenida universitaria, conocida como el “salón de la fama”, en el año 1995.
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