El Santiago Bernabéu exhibe al mundo el mejor clásico, un espectáculo repleto de estrellas con el Real Madrid y Barcelona exhibiendo un buen puñado de los mejores futbolistas del mundo, en un duelo que mide el verdadero nivel de la remontada madridista y que deja a los azulgranas la posibilidad de asestar un duro golpe si vence.
La novena jornada de la Liga deja el que, posiblemente, es al día de hoy el mejor partido del mundo. Ningún equipo que no sea Real Madrid y Barcelona reúne a jugadores considerados entre los mejores en cada demarcación, especialmente en un centro del campo y con delanteras explosivas.
Toni Kroos, Luka Modric, Isco Alarcón y James Rodríguez conforman la pócima para quitar por primera vez el balón a Ivan Rakitic, Sergio Busquets, Andrés Iniesta y quién sabe si la presencia del maestro Xavi Hernández. Los momentos dulces de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema para imponerse en pegada a la nueva versión de Lionel Messi y el goleador Neymar, con el aliciente del regreso de Luis Suárez en el momento preciso: el clásico tiene todos los ingredientes.
A él llega lanzado un Real Madrid en el que se ha cumplido nuevamente la petición de Carlo Ancelotti. Pidió tiempo, como la pasada temporada, para reajustar un equipo que perdía jugadores tan importantes como Xabi Alonso y Ángel Di María. Y tras las duras derrotas ante Real Sociedad y Atlético de Madrid, los resultados le dan la razón. Ocho victorias consecutivas dan forma a la carta de presentación al clásico. Con jugadores que han entendido que su aportación defensiva era clave para el equilibrio. James e Isco se perfilan titulares por su gran esfuerzo en el cambio, manteniendo además intactas sus cualidades.
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