El 4 de octubre en este mismo diario LA PRENSA escribí sobre el doctor Luis H. Debayle, quien nació el 26 de octubre de 1865, el mismo que sacó del oscurantismo la medicina de Nicaragua, alumno de Luis Pasteur.
Por el Acuerdo Presidencial 111 publicado en La Gaceta No. 37 del 20 de febrero de 1950, se crea el Día del Médico, en homenaje al sabio Debayle.
El Día del Médico se debe celebrar para recordar a cada uno de los que decidimos tomar esta profesión con amor y pasión, nuestro compromiso con el enfermo, con el más necesitado, nuestro compromiso con la Patria, nuestro compromiso social de ayudar independiente de la clase social, nuestro compromiso el de dar lo mejor para que nuestro pueblo goce de salud.
En esta ocasión me gustaría volver a hablar sobre la necesidad imperiosa de contar con un Colegio de Médicos en Nicaragua, mismo que existe en todos los países de América y que rige el actuar del médico tanto en su practica ética como profesional.
El Colegio de Médicos debe de ser un ente autónomo, apolítico, de carácter obligatorio para todos los médicos, que con el tiempo goce tanto de la confianza de los agremiados como de la confianza de todos los ciudadanos. El Colegio de Médicos se torna una herramienta para todas las personas que tienen un desacuerdo contra un médico, para los médicos que tiene un asunto ético que tratar, es una pieza indispensable en la vida cotidiana de los ciudadanos.
Este colegio debe de tener un órgano que lo gobierne y que es elegido cada cierto periodo de tiempo por los agremiados, se financia con el aporte mínimo de cada miembro, mismo que se establece en una asamblea general y que equivale en mucha ocasiones a menos del 3 por ciento del salario base del médico general, ofreciendo muchos beneficios, tales como instalaciones propias, seguros, aportes para pensiones complementarias, ayuda para enfermedades, funerales y otros.
Es difícil comprender cuáles son los intereses políticos de sindicatos que gobiernan el sistema de salud para impedir que esto se dé, pero estamos claro de que privan intereses oscuros y antidemocráticos. Esperamos que eso se supere y algún día no muy lejano contemos con el Colegio de Médicos de Nicaragua. Deben de privar los intereses de todos los médicos y no los de unos cuantos.
No quiero terminar este artículo sin felicitar en este día a todos los médicos, independientemente de sus creencias políticas, a aquellos médicos que están en la montaña donde nuestro campesino sufre de desnutrición y los niños mueren por parasitosis masivas, en las zonas lejanas donde el médico llega una vez a la semana y en invierno una vez al mes.
A todos esos médicos les envío un saludo especial, sin dejar de mencionar a aquellos que han entregado sus vidas en hospitales públicos y privados y hoy gozan del descanso de la labor cumplida. No puedo dejar por fuera en este día a nuestras familias, que han sido parte del sacrificio, donde en muchas ocasiones han sacrificado compañía, tiempo de regocijo, vacaciones y horas de sueño por acompañarnos en nuestra entrega.
A todos mis queridos colegas: feliz Día del Médico nicaragüense.
El autor es Cirujano Pediatra.
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