El meteorito invisible
“Estamos convencidos que fue un meteorito, vimos el cráter del impacto”. Wilfred Strauch, asesor del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales. 7 de septiembre del 2014
La noche del sábado 6 de septiembre una fuerte explosión que se escuchó en toda la zona norte de Managua interrumpió el sueño de la ciudad. Las redes sociales se encendieron y las teorías empezaron a surgir: una bomba, la explosión de Café Soluble y hasta una broma de Donny Varper, un cantante nicaragüense quien dice venir del espacio, estrellado con su nave espacial, eran señalados como los responsables del estruendo.
Al día siguiente hubo conferencia de prensa de expertos. “Estamos convencidos que fue un meteorito”, dijo Wilfred Strauch, asesor del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales. Pocos creyeron la afirmación y las redes siguieron ofreciendo un menú de chistes, memes y teorías hilarantes.
A la desconfianza popular fue se unió una posición especializada. Expertos de la NASA, agencia espacial estadounidense, emitieron un comunicado que básicamente terminó por ridiculizar la teoría del Gobierno: “La información es limitada, pero la relación y la distancia con el asteroide 2014 RC se opone a cualquier impacto de un meteorito”. Luego más voces internacionales y locales, conocedoras del tema, desmintieron la afirmación oficial del Gobierno de Nicaragua.
El 10 de septiembre, Strauch volvió a salir acompañado de otros expertos a dar otra conferencia de prensa que resumió el impacto inicial del meteorito en “una posibilidad”.
El Gobierno prometió traer expertos de la NASA, la primera dama Rosario Murillo se sintió contenta porque dijo que en Nicaragua se estaba dando un debate científico sobre el meteorito y anunció que enviarían las muestras del fenómeno a “expertos” que hoy, mes y medio después, nadie sabe ni conoce.
El lago de 50 mil millones de dólares.
“Ni por todo el oro del mundo podemos arriesgar el lago”. Daniel Ortega, presidente de Nicaragua. Mayo del 2007.
Mayo del 2007. Suena en el ambiente los acordes de guitarra de La Mora Limpia. Sale Daniel Ortega para una presentación del Plan Nacional Forestal, en la Secretaría del Frente Sandinista. Viste una chaqueta café, a su lado está la primera dama Rosario Murillo y William Schwartz, director del Instituto Nacional Forestal, lo acompañaba.
Ortega se pone de pie ante los asistentes y llenándose de aire los pulmones hace una promesa: “Ni por todo el oro del mundo podemos arriesgar el lago” y “no habrá oro en el mundo que nos haga ceder en esto, porque el Gran Lago es la mayor reserva de agua de Centroamérica y no la vamos a poner en riesgo con un megaproyecto como un Canal Interoceánico”.
Bueno, a Ortega no le ofrecieron todo el oro del mundo, pero 40 mil millones de dólares fueron suficientes para que, siete años después, su promesa perdiera valor y terminara convencido de que el Canal Interoceánico debía pasar por el lago de Nicaragua. Diez mil millones más le hicieron darse cuenta que “el lago está contaminado”.
El pasado 13 de octubre, Ortega reconoció que entre lo que dijo y lo que hace hay una contradicción y justificó sus declaraciones asegurando que su decisión inicial (Ni por todo el oro del mundo…) fue una reacción motivada por las discusiones sobre la protección ambiental del momento. En su defensa del Canal y detrimento del lago, agregó: “Allí había una especie de tiburones que prácticamente ha sido extinguida sin necesidad de Canal. ¿Por qué? Porque se necesitan grandes inversiones, grandes plantas procesadoras que son muy costosas para que se pueda procesar todo lo que va al gran lago”.
El misterio de #OcupaINSS
“Yo no puedo pronunciarme al respecto”, dijo Aminta Granera, jefa de la Policía Nacional, al referirse a la agresión sufrida por jóvenes en el caso conocido como #OcupaINSS.
Era la madrugada del 22 de junio del 2013. Las 4:15 para ser exactos. La noche anterior se había realizado un concierto para apoyar a los ancianos que protestaban desde el 17 de junio por una pensión reducida. Se habían tomado el edificio central del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social y en apoyo se habían sumado centenares de jóvenes de diferentes universidades del país.
Esa madrugada llegaron turbas del FSLN en camiones de la Alcaldía de Managua, quienes en presencia de numerosos policías, y sin discriminación, algunas empezaron a golpear a jóvenes y ancianos por igual. Amenazaron con violar a las mujeres y se dieron a la tarea de desaparecer seis vehículos y robar cuanto de valor encontraran.
La agresión, numerosos testimonios, vídeos, fotografías y más testigos elevaron la denuncia ante la Fiscalía.
La primera en dejar claro que la investigación no caminaría fue la jefa de la Policía Nacional, primera comisionada Aminta Granera. El 26 de julio del 2013 dijo ante los medios de comunicación que le cuestionaron la falta de investigación de la autoridad policial que “la denuncia fue puesta en la Fiscalía General de la República y (los jóvenes) solicitaron a esta institución hermana una investigación autónoma. En todos los casos, y como lo mandata la ley, una vez que pasan a otra institución esta se convierte en el órgano rector de la investigación (…). Yo no puedo pronunciarme al respecto”.
Fue el primer clavo puesto sobre la tumba de las agresiones de #OcupaINSS.
El 26 de junio del 2014, la fiscal general de la República, Ana Julia Guido, dijo que el caso era “complicado de investigar”. Según sus argumentos, era un delito ocurrido de noche, en los vídeos solo aparecían encapuchados, pero también dejó claro que el caso no se cerraría y se pronunciarían cuando “terminaran las investigaciones”.
A estas alturas, 16 meses después no se conoce resultado de investigación alguna, ninguno de los bienes robados fue devuelto, mucho menos hay detenidos o procesados por este crimen. Las autoridades actúan como si no hubiese ocurrido.
Las riquezas de los Ortega
“Nosotros no queremos enriquecernos”. Daniel Ortega, Coordinador de la Junta de Gobierno para la Reconstrucción Nacional. 4 de marzo de 1983.
Cuando el papa Juan Pablo II llegó a Nicaragua en marzo de 1983, Daniel Ortega pronunció un discurso que todavía resuena en algunas radios locales a modo de reproche: “Nosotros no queremos enriquecernos”, exclamó mientras ofrecía sus últimas palabras al papa, quien abandonaba suelo nicaragüense después de haber sido víctima de las turbas de ese Gobierno durante el oficio de una misa campal.
Después de 31 años de ese discurso, contar la fortuna acumulada de Ortega es complicado. El diario Hoy de Ecuador informó en 2012 que Ortega está entre las personas más ricas de América Latina, junto con Fidel Castro, Hugo Chávez y Juan Manuel Santos de Colombia, pero advertía que esas fortunas son “top secret”.
Según las cifras del Banco Central de Nicaragua, en el primer semestre del 2014, la cooperación venezolana fue de 236.4 millones de dólares. Y si lo vemos en retrospectiva, del 2007 al 2012, esos fondos alcanzaron los 2,231 millones de dólares. Los fondos se administran de forma discrecional y han servido junto con el manejo del poder, para construir uno de los más grandes capitales familiares que la historia de Nicaragua registre en tan corto tiempo. Los negocios de la familia Ortega Murillo comprenden según diversas investigaciones de LA PRENSA, hoteles, ganadería, empresas informáticas, importación y venta de petróleo y combustibles, energía eléctrica, etc.
La rebelión de la Concha Acústica
“El problema es que es una estructura metálica recubierta de un forro de concreto, se infiltra con las lluvias y se va corroyendo el acero, y eso ha venido provocando que existan desplomes”. Fidel Moreno, secretario general de la Alcaldía de Managua. 5 de mayo del 2014.
En abril del 2014, Managua perdió el sueño por una serie de sismos que no paraban de estremecer los cimientos de las casas más sólidas y las más débiles. El enjambre sísmico puso en alerta a las autoridades, que un mes después sorprendieron con la decisión de derribar la Concha Acústica, una emblemática estructura construida en 2003 por el entonces alcalde de Managua, Herty Lewites.
La Concha, cuyo costo fue de 850 mil dólares, había sobrevivido 11 años hasta que en una conferencia de prensa apareció Fidel Moreno anunciando su fatídico final el 5 de mayo, por el peligro que implicaba su eminente colapso.
Fue entonces cuando los trabajadores de la comuna armados de camiones, palas mecánicas y las órdenes del secretario general, empezaron a golpear la estructura que por su propia solidez dejaría dudas sobre la expresión de Moreno, quien estimó que la “peligrosa” Concha Acústica, de tan afectada por los sismos, caería en 48 horas.
A pesar de ayudarse de maquinaria pesada, dinamita y asesoría militar, la obra, que según el Gobierno se estaba cayendo, tardó cinco días en caer.
La telefonía de Xinwei
“Este año son 700 millones de dólares, y en el 2014 y el 2015 se redondearía más o menos los 2,000 millones de dólares de inversiones en el país”. Orlando Castillo, director ejecutivo de Telcor. 11 de enero del 2013.
En el 2012 los medios de comunicación cuestionaron un oscuro proceso de licitación, realizado por el ente regulador de las telecomunicaciones, pues fue diseñada para que la empresa Xinwei, propiedad del chino Wang Jing, ganara sin problemas una licencia de operación para telefonía celular e internet en Nicaragua.
En ese proceso participaban unas diez empresas y la mayoría se retiró del proceso. En el 2013, Castillo anunció al “ganador” del concurso: Xinwei. Sus primeros 700 millones de dólares llegarían en 2013 y entre 2014 y 2015 la inversión alcanzaría 2,000 millones de dólares en infraestructura, tecnología de punta y comercialización.
Hasta febrero del 2014, y de boca del mismo, que anunció la lluvia de millones de dólares, se supo que Xinwei ya había traído los primeros equipos valorados en 100 millones de dólares y en octubre veríamos las primeras pruebas de la empresa. Aún no se ven ni se conoce de inversión alguna.
Los grupos armados
“No hay grupos armados en el país”. Julio César Avilés. Jefe del Ejército de Nicaragua. Julio del 2014.
En julio del 2014 fue la última vez que el general Julio César Avilés, jefe del Ejército de Nicaragua, repitió por enésima vez: “No hay grupos armados”.
En 2011 fue la primera vez, durante el gobierno de Daniel Ortega, que se escuchó de grupos de personas que se armaron contra el gobierno de Daniel Ortega. En ese entonces, un grupo llamado Frente Democrático 380 hacía anuncios de “golpes al FSLN”, en algunas páginas de redes sociales.
El presidente de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Roberto Petray, empezó a decir que en la zona norte del país se encontraban esos grupos que se estaban preparando para alzarse contra el Gobierno. Yahoj, Pablo Negro, Nicaragua y otros alias que figuraban vox pópuli como los líderes, empezaron a aparecer muertos o perseguidos.
“No son armados con fines políticos, son grupos delincuenciales”, repetía el general Avilés.
El 18 de julio del 2013, el oficial del Ejército de Nicaragua, David Treminio, murió de tres balazos propinados por un grupo de rearmados, a como le llamaron los vecinos de la comunidad El Tamalaque, en Jinotega, donde ocurrieron los hechos.
Un año después, el 19 de julio del 2014, un grupo de armados descargó la furia de sus AK y escopetas en contra de las caravanas sandinistas que regresaban a los departamentos tras la celebración del 35 aniversario de la Revolución Popular.
Cinco personas perdieron la vida en el ataque y otras 24 sufrieron heridas.
También en agosto de este año un grupo de hombres armados dispararon contra la estación policial de Paiwas, de la Región Autónoma del Atlántico Sur.
En febrero de este año, un secretario político del Frente Sandinista, en la comunidad cerro Aguas Amarillas, fue asesinado por alzados. Dado este asesinato, muchos sandinistas dijeron a LA PRENSA en ese entonces que abandonarían sus comunidades por temor de ser atacados por estos grupos antigubernamentales.
Tumarín
“Hoy por hoy el proyecto Tumarín está avanzando de acuerdo con la Ley Especial aprobada por la Asamblea Nacional”. Emilio Rappaccioli, ministro de Energía y Minas. 20 septiembre del 2013.
El proyecto hidroeléctrico Tumarín es una de esas obras que el Gobierno de Nicaragua ha vendido como una solución para lograr el cambio de la matriz energética. El proyecto empezó a ser saboreado por el Gobierno desde el 2009, cuando se aprobó la Ley Especial para el Desarrollo del Proyecto Hidroeléctrico Tumarín. En el 2010 reportó los primeros retrasos y así, durante nueve ocasiones distintas, la obra continuaba posponiendo su fecha de arranque.
A pesar que el 20 de septiembre del 2013 el ministro de Energía y Minas, Emilio Rappaccioli, dijo que Tumarín se construía conforme la Ley Especial aprobada en la Asamblea, fue hasta el 22 de agosto pasado que se logró superar las diferencias Gobierno-empresas brasileñas para empezar a construir Tumarín en 2015 para que esté listo en el 2019.
El Supremo Sueño de Bolívar
“Habrá refinería en Nicaragua”, Rafael Ramírez, expresidente de Petróleos de Venezuela.
La refinería el Supremo Sueño de Bolívar empezó a escribir su historia en el 2007, cuando el expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, llegó a Nicaragua para firmar un convenio con Daniel Ortega. Entonces se pactó que la primera fase de la refinería, una planta de recepción, almacenamiento y distribución de combustible llamada Miramar, empezaría a operar en el 2014 tras iniciar su construcción en el 2012.
Ortega al igual que el expresidente de PDVSA y otros funcionarios de Venezuela, han prometido que el proyecto va, a pesar de los pocos avances que muestra.
El complejo no inició su construcción en la fecha prevista y hasta este año el ingeniero Roberto Lacayo, de la constructora Lacayo Fiallos, SA, informó que hasta febrero llevaban un treinta por ciento de las obras civiles y que en el 2015 estaría terminada la primera fase.
Fraude electoral
“No hubo fraude electoral”, Roberto Rivas, presidente del Consejo Supremo Electoral. 2 de marzo de 2009.
El fraude electoral tiene varias etapas en Nicaragua. Empieza en el 2008. Tras las elecciones municipales el Consejo Supremo Electoral da la victoria al Frente Sandinista de Liberación Nacional con 105 alcaldías de las 146 que se disputaban los partidos políticos.
Una de las denuncias más llamativas: Enrique Bonilla era candidato a alcalde del Partido Liberal Constitucionalista en Santo Tomás, Chontales, quien se sorprendió cuando el mismo CSE le quitó la victoria de su alcaldía, cuando un día antes le había notificado ser el ganador. 612 votos de diferencia le habían quitado el cargo.
Desde Nindirí las denuncias también llegaban, habían cinco mil votos más que votantes en el Padrón Electoral. Y en Managua el treinta por ciento de las Juntas Receptoras de Votos habían desaparecido.
Los perdedores de ese entonces, la Alianza Partido Liberal Constitucionalista, advirtió que llevarían el caso a las instancias legislativas, judiciales y diplomáticas para revertir los resultados.
El magistrado Roberto Rivas, presidente del Consejo Supremo Electoral, se dedicó a repetir en uno y otro medio de comunicación: “No hubo fraude electoral”.
En el 2011, cuando Daniel Ortega fue anunciado como ganador de las elecciones presidenciales, pese a la prohibición constitucional que le impedía reelegirse, el fraude volvió a sonar. Las denuncias de los partidos políticos iban desde la doble votación, la expulsión de fiscales liberales de los Centros de Votación, y el impedimento de cotejar las actas al final de la jornada. Los fiscales también denunciaron, en ese entonces, que las urnas estaban armadas desde la noche anterior y que los miembros del FSLN estaban dispuestos a empezar la votación sin contar las boletas.
Hasta el día de hoy, no se conocen los verdaderos resultados de las votaciones de ambos procesos.
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