Aunque la expectativa del sector turismo en Nicaragua es superar los 440 millones de dólares, recuperar el gasto promedio de los extranjeros y que ingresen más de 1.31 millones de personas al país durante este 2014, los retos continúan latentes, particularmente aquellos que han relacionado el concepto con el agro.
Las fincas agroturísticas en el país, si bien muestran una tendencia de crecimiento desde el año 2009, los retos para quienes que incursionan en este negocio están a la orden del día .
Carmen Alvarado, oficial de programas de la Cooperación Suiza en América Central, dice que es vital hacer un análisis más detallado sobre las preferencias del turista para poder elaborar estrategias de promoción y comercialización por parte de las mipymes turísticas rurales, en colaboración con el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) y otros socios para el desarrollo.
Asimismo, continuar con la asistencia técnica, la reproducción y distribución de publicaciones y digitalización en la web, el impulso a los registros, la inspección anual de establecimientos turísticos y evaluaciones comparativas.
De acuerdo con la presidenta ejecutiva del Intur, Mayra Salinas, los productores o iniciativas particulares que incursionan en esta modalidad de turismo tienen una oportunidad para desarrollarse ampliamente, porque los extranjeros ya no solo buscan los grandes resorts para descanso, sino dónde compartir y tener vivencias de las familias sencillas, ahí es donde encuentran su satisfacción.
Aunque en el país no hay un dato preciso de cuántas fincas agroturísticas existen, la titular del Intur manifiesta que hay más de 120 operando a nivel nacional y otras que están fuera del reconocimiento porque lo hacen de forma casual.
Una de esas iniciativas es la Finca La Afortunada, en el municipio de El Castillo, Río San Juan,. Su propietaria, Lidia Loáisiga, propietaria de la finca, dice que su propuesta ha sido concebida bajo el concepto de sostenibilidad y de allí que se trata de recuperar el área posible con una variedad de plantas forestales y frutales que actualmente suman unos 350 tipos.
Esta finca agroturística cuenta con plantaciones de cacao y en ese sentido, Loáisiga indicó que se creará un sendero en el área para que los turistas además de identificar las variedades, participen del corte, prueben el producto en su estado natural y conozcan el proceso que lleva hasta su preparación previo a la exportación y la semindustrialización que hacen las mujeres en la Cooperativa de Desarrollo Productivo del San Juan (Coodeprosa).
Este concepto turístico está orientado para personas que pretenden aprender de la naturaleza, por eso su énfasis en la promoción a estudiantes y grupos de turistas nacionales y extranjeros que tengan interés académico.
Café atrae
Mientras tanto, en Palacagüina, Madriz, las plantaciones de café están siendo el enganche para que turistas, misioneros y estudiantes estadounidenses lleguen previo a la temporada de corte y alojarse en la iniciativa de más de cien productores miembros de la Promotora de Desarrollo de Cooperativas (Prodecoop), han desarrollado en la zona como alternativa de ingresos. Adilia Hernández, gerente del Hotel Agroturístico Palacagüina, afirma que ofrecen al huésped aire acondicionado, internet, televisión, acceso a piscina y desayuno.
Hernández comenta que en un recorrido de tres horas por el beneficio de café, donde acopian y procesan el grano, inician con los turistas un tour con la historia de la cooperativa y el producto, hasta finalizar con la catación del mismo en los laboratorios que poseen.
Impulsaron fomento
Desde 2008, el Plan Estratégico Institucional del Intur (20082011) definió como una línea de acción promover y fomentar el turismo rural, mismo que era considerado como una actividad incipiente, pero con alto potencial para dinamizar las economías rurales, diversificando la generación de ingresos y así contribuyendo a la generación de empleo y reducción de la pobreza.
A partir de un listado de noventa iniciativas a nivel nacional, en 2008 el Intur de manera conjunta con la Red Nicaragüense de Turismo Rural Comunitario (Renitural), la Federación de Cooperativas Agroindustriales de Nicaragua (Feniagro) y la Federación Nacional de Cooperativas Agropecuarias y Agroindustriales (Fenacoop), iniciaron un pilotaje en treinta iniciativas de turismo rural que se priorizaron.
Ese pilotaje de acuerdo con Alvarado, permitió recopilar información e identificar el potencial turístico y elaborar 15 planes de mejoras en materia de infraestructura y equipamiento turístico.
A partir de este pilotaje se formuló con apoyo de la Cooperación Suiza el proyecto marco: Fincas Agro Turísticas de Nicaragua, el cual fue considerado prioritario y de interés nacional, ya que con su ejecución se pretendió provocar impacto en el desarrollo del turismo a nivel nacional en el corto y mediano plazo principalmente en las zonas rurales, dijo la oficial de programas del organismo cooperante.
Para el presidente de Renitural, Harold Ramos, uno de los ejes del proyecto Fincas Agroturísticas de Nicaragua era generar capacidad de las iniciativas, así como elevar la calidad de las mismas.
Existe énfasis principalmente en la sostenibilidad y la seguridad alimentaria, que son claves dentro del proceso de desarrollo de este nuevo turismo, aseveró Ramos, quien clasifica a los agroturistas en dos: los jóvenes que vienen en búsqueda de aventura y el adulto que desea paz y armonía con la naturaleza.
Europeos y asiáticos
Sylvia Ramírez de Levy, presidenta de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), menciona que los europeos y asiáticos son quienes están dando mayor empuje a este sector, pero no niega que los estadounidenses y turistas de Sudamérica han mostrado mayor interés.
Ramírez y la titular del Intur, Mayra Salinas, concuerdan en que el extranjero está buscando experiencias llenas de calidez humana, como bien lo ofrece este tipo de fincas agroturísticas.
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