Un amigo de Dzhokhar Tsarnaev, sospechoso del ataque en el maratón de Boston, fue condenado el martes por mentir durante la investigación del atentado de 2013.
Robel Phillipos, de 21 años y residente en Cambridge, fue condenado el martes de dos cargos de haber mentido al afirmar que no estaba en el dormitorio de Tsarnaev mientras otros dos amigos retiraban posibles pruebas tres días después del ataque en momentos en que se procedía a una intensa cacería de los culpables.
Phillipos miró hacia el frente, impasible, mientras se leían los veredictos de culpabilidad.Agentes del FBI atestiguaron que Phillipos les dijo una sarta de mentiras antes de admitir que había estado en el dormitorio de Tsarnaev en la Universidad de Massachusetts en Dartmouth con los otros dos que retiraron una mochila de Tsarnaev que contenía petardos y una computadora portátil.
Los abogados de Phillipos adujeron que era un joven de 19 años asustado que fue intimidado por el FBI y aturdido por la marihuana como para recordar claramente qué había hecho esa noche. La defensa llamó a varios testigos que dijeron que el acusado había fumado marihuana media decena de veces ese día.
La defensa también convocó al exgobernador de Massachusetts y aspirante a la candidatura presidencial demócrata Michael Dukakis como testigos. Dukakis, viejo amigo de la familia de la madre de Phillipos, describió una conversación que mantuvo con Phillipos cinco días después del ataque. Según Dukakis, Phillipos le dijo que había sido interrogado por el FBI durante cinco horas, pero que estaba tan confundido que no recordaba lo que había dicho.
Los defensores también sostuvieron que la confesión fue resultado de coerción por parte de agentes del FBI.
Los fiscales dijeron al jurado que Phillipos fue capaz de recordar muchos detalles sobre el 18 de abril y que mintió acerca de sus actividades esa noche porque sabía que había hecho algo malo.Los dos amigos que retiraron la mochila de Tsarnaev fueron condenados por asociación ilícita y obstrucción de la justicia.Tsarnaev aguarda juicio por el ataque. Se declaró inocente de 30 cargos federales y podría ser condenado a la pena de muerte.
La sentencia a Phillipos será el 29 de enero. Enfrenta una pena máxima de ocho años. Hasta entonces permanecerá bajo arresto domiciliario.