Conducir bajo los efectos del alcohol y a exceso de velocidad, fueron las dos causas que provocaron la muerte de tres personas en un accidente ocurrido en el kilómetro 18 de la carretera hacia Masaya.
En el accidente, ocurrido aproximadamente a la 1:45 p.m. de ayer, también resultaron lesionadas dos personas y una tercera salió sin golpes de gravedad, según confirmaron las autoridades de la Policía de Tránsito.
Los nombres de los fallecidos son Róger Blanco (37), quien conducía la camioneta, Julio César Áreas (44) y Arnoldo José Muñoz (45).
Los lesionados son Donald Gaitán y Francisco Ruiz, quienes fueron trasladados al hospital de Masaya. Léster Cardenal, quien viajaba a la par del conductor, fue la persona que salió ilesa del accidente, pese a no llevar puesto el cinturón de seguridad.
Los hechos
Según una versión preliminar de la Policía Nacional, Blanco manejaba de Nindirí hacia Ticuantepe. Cuando se acercó a la rotonda ubicada en el kilómetro 18, en lugar de bajar la velocidad, aceleró y perdió el control del vehículo, impactando contra el bulevar e invadiendo el carril de la carretera que va de Ticuantepe hacia Masaya.
“Esta es una tragedia para toda una familia, la causa número uno es el licor, vemos cómo invadió el carril el conductor, las consecuencias, tres muertos y dos lesionados, queda demostrado en esta tragedia que este tipo de actitudes no llevan a nada”, manifestó Roberto González, comisionado mayor y jefe de la Policía de Tránsito.
Milagro
Cardenal, quien resultó sin lesiones de gravedad, explicó que desde horas de la mañana habían estado en el cementerio de la ciudad de Nindirí tomando licor, y fue hasta en horas del mediodía que Blanco llegó a buscarlos en su camioneta y los invitó a su casa ubicada en Veracruz.
“Por la gracia de Dios estoy contando el cuento, es un milagro, ni sé cómo estoy aquí… venimos de Nindirí tapineando, le dije que bajara el gas porque venía muy rápido, en la rotonda pasamos un cabezal y un bus que estaban parqueados, le dije otra vez que bajara la velocidad porque iba rápido, pero no fue así, pegó en el bulevar, lo único que pensé es que nos íbamos a matar, y ya ves, hay tres muertos, pero gracias a Dios estoy aquí con vida”, relató Cardenal.
Sobre los fallecidos
Blanco viajaba constantemente a Estados Unidos, donde reside toda su familia. Visitaba Nicaragua de forma regular y se dedicaba a vender piezas de vehículos. Deja un hijo en la orfandad.
Arnoldo José Muñoz, de 45 años, era docente jubilado. Estaba separado de su pareja con la que tuvo dos hijos y vivía en Nindirí, dijo una familiar de la víctima.
Julio César Áreas, de oficio zapatero, tuvo tres hijos y su cuerpo no fue llevado a Medicina Legal porque sus familiares no quisieron.
Con estas tres muertes, se eleva a 545 a nivel nacional el número de fallecidos por accidentes de tránsito.
De esta cantidad el noventa por ciento de las muertes tiene como principal factor manejar en estado de ebriedad, según informó el comisionado mayor González.
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