Bajo la alfombra
Algo debe andar mal cuando se promulga una ley bajo el rimbombante nombre de “Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres” y los femicidios, lejos de bajar, parecen dispararse más bien. Y digo “parecen” porque ya nos enredaron todas las estadísticas. Según el nuevo diccionario oficial, a muchos de los femicidios ya no debemos llamarles así, sino “homicidios”, para darnos el lujo de estar a la par de los países nórdicos, entre los países del mundo que mejor tratan a la mujer, aunque las mujeres muertas sigan apilándose bajo la alfombra.
Felicitaciones
Mientras Daniel Ortega celebra el estatus de país “líder en equidad de género”, las mujeres muertas —expulsadas de las estadísticas oficiales para que no las afeen—, lo ven con ojos de reproche desde las páginas de los periódicos y las pantallas de televisión. Ahí están, comandante, Velkis Muñoz, la muchacha ingeniera, a la que le dispararon dos sicarios por encargo de una expareja; Cándida Rosa, violada y estrangulada por un nieto; Elba Calixta, a la que un vecino apuñaló en su casa; Heidy Reyes; Saralyz González; Massiel Serrano; Marisol Martínez, muerta a machetazos por su marido; las hermanas Marcia y Massiel Hernández, violadas y asesinadas a golpes; Mariela López, ahorcada con un cable; Zayda Guzmán, golpeada, violada y enterrada viva ¡Felicitaciones comandante!
Misses y policías
¿Se han fijado en algo tragicómico de esos concursos de misses o reinas? Cuando quedan cinco finalistas y anuncian a la del quinto lugar, o sea, el último lugar del grupo, las otras cuatro la saludan efusivamente como si hubiese ganado. Es extraño. Todos sabemos que es una felicitación fingida porque ahí solo caben dos cosas: o la despiden con pesar, que es entendible si son amigas, o se alegran de no ser ellas las que se van de primero, lo cual es bastante probable. Y uno justifica ese comportamiento por la frivolidad que se le achachan a esos eventos, pero esta semana me di cuenta que esas hipocresías no son solo de concursos de misses. La Policía ya no manda a retiro a sus altos jefes, sino que los envía a “honroso retiro” y les felicitan, les palmotean las espaldas y les celebran con fingida postura: ¡Hombre, que suerte la que tienen y pobres nosotros que nos quedamos acá, sufriendo la mala vida!
Si es bueno para el ganso…
Y los más raro de todo es que quien felicitó con mayor efusividad esta semana a los dos altos oficiales que envió a retiro es una jefa de Policía que incluso ha violado la ley para evitar ese “honroso retiro” y, más atrás, un hombre empeñado en ser presidente toda su vida, quien teme al retiro como los vampiros a los crucifijos y que para evadirlo ha violentado incluso la Constitución Política de la República que se lo prohibía. Pero bueno, ya que estamos en celebraderas, ¿por qué no agarramos viaje y se van a ese “honroso” lugar el presidente Daniel Ortega, la primera comisionada Aminta Granera y el general Julio César Avilés (cuando le toque)? Y así de paso cumplen la ley y el procedimiento que prometieron respetar un día. Lo que es bueno para el ganso debe ser bueno para la gansa…
Chinos
Hace poco, unos funcionarios taiwaneses explicaban que si bien es cierto que su país se ha abierto al intercambio comercial con China continental, tiene leyes especiales para evitar que la voracidad de esa China se les lleve el país que tienen. Un chino continental tiene mayores limitaciones en Taiwán para adquirir bienes raíces o conseguir concesiones que cualquier otro inversionista extranjero. Aquí en Nicaragua es al revés. Los chinos de esa parte del mundo tienen en Nicaragua unas ventajas que no tenemos los nicaragüenses, ni extranjero alguno. Les regalan concesiones millonarias, sin licitación y compromisos, les reforman la constitución para que hagan su voluntad y en nombre de un Canal de dudosa viabilidad, tienen el poder de quitarnos la tierra, imponer sus leyes y hasta acabar con las reservas estatales de dinero. ¿Alguien puede entender eso?
Defensores gratuitos
Kamilo Lara, ambientalista, dice no recibir ni un centavo por defender la construcción del Canal así como lo defiende. Telémaco Talavera, rector de universidad, dice que él tampoco por ser su vocero. O sea, son defensores oficiosos. De convicción. Y a Lara, que lo tenía por un hombre ponderado, lo he oído hasta molesto con los campesinos que protestan porque se oponen a que les confisquen sus tierras. Afirma Lara que son campañas políticas. Y Talavera hasta llega a desconocer las protestas y dice que la población afectada está más bien entusiasmada con el Canal. O sea, celebran sus confiscaciones. Mucha defensa. Ni Wang Jing es tan entusiasta. Y gratis.
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