La armonía interna del Diriangén se refleja en el campo: cinco victorias consecutivas en el Torneo de Apertura de Primera División, que lo catapultaron a la cuarta posición después de un inicio de sinsabores.
El argentino Roberto Chanampe logró curar al Diriangén a largo plazo. El técnico sudamericano restauró al grupo “dividido” que encontró tras la salida de Florencio Leiva y que poco a poco ha vuelto a ser protagonista.
Chanampe se ganó el respeto del equipo y lo refleja en los resultados. Diseñó un sistema de juego en el cual le da cabida a la mayoría de sus jugadores ofensivos y logró equilibrio en defensa y ataque, aunque todavía le falta perfeccionarlo. En sus últimos cinco duelos permite un gol, pero solo ha ganado una vez por más de uno.
La prueba del Diriangén vendrá contra Real Estelí la próxima semana. Ahí demostrará si está para grandes cosas, sin embargo eso no significa que bajará de su puesto. Mantenerse ahí depende de ellos.
Los diriambinos volvieron a la cuarta plaza después de 14 jornadas. Con 24 puntos y un partido pendiente le sacan dos puntos de diferencia a su más cercano perseguidor, el Managua FC.
Este domingo el Diriangén podría mantener o aumentar esa diferencia si somete a la UNAN-Managua, que arrastra dos derrotas al hilo desde que llegó el colombiano Luis Montaño.
Con otro triunfo, el Diriangén llegaría con la moral muy alto para frenar en doble partido (uno de reposición y otro de la jornada 16) al Estelí en el Clásico Nacional. De sus resultados en esos partidos dependerá en gran medida si avanzan a la semifinal.
Ver en la versión impresa las páginas: 10 B