El asesor para asuntos económicos de la Presidencia, Bayardo Arce Castaño explicó ayer que el proyecto de Presupuesto General de la República 2015 no recoge el impacto que tendrá la construcción del Gran Canal, porque todavía “no hay nada listo” en relación con esta megaobra.
El pasado 8 de septiembre el vocero oficial de la estatal Comisión del Gran Canal Telémaco Talavera dijo: “En diciembre está previsto que el Gran Canal inicie (su construcción), lógicamente que iniciará con los puertos, que ha sido una necesidad y aspiración de Nicaragua, está previsto que se inicie en el Pacífico, y crear todas las obras necesarias para que luego podamos avanzar”.
A dos meses para que se cumpla el plazo anunciado por Talavera, Arce dijo ayer: “Si todavía no hay nada listo para el Canal, entonces para qué voy a poner reales en el presupuesto”.
De hecho, Arce adelantó que una vez que estén listos los estudios —sin precisar fecha— que se están haciendo sobre el Canal, los resultados pasarán al Gabinete Económico para evaluar el impacto y después con una reforma al Presupuesto se incorporará la incidencia que este proyecto tendrá en las finanzas públicas y en la previsión de crecimiento del próximo año.
Lo cierto es que el Gobierno hasta hoy no ha podido cumplir su promesa de poner en marcha la construcción del Canal, pese a que sin tener nada en concreto, desde el 2013 dijo que el impacto de la megaobra se empezaría a sentir desde 2014, principalmente en la generación de empleo y en el repunte del Producto Interno Bruto (PIB), algo que no ocurrió.
En un boletín oficial del 9 de julio del año pasado difundido por la secretaria de comunicación de la Presidencia, Rosario Murillo, el ejecutivo dijo que con la construcción del Canal, el cual ya estaría en marcha desde este año, la economía crecería 10.8 por ciento al finalizar el 2014 y en 2015 sería 15.1 por ciento.
Oficialmente, no obstante, se prevé que este año el PIB crezca cuatro por ciento; y para el próximo año 4.5 por ciento, según recoge el proyecto de Presupuesto General de la República 2015. En dicha iniciativa presupuestaria, el ejecutivo ancló su meta de crecimiento al comportamiento que se espera de la economía mundial el próximo año, particularmente al de sus principales socios comerciales, entre estos Estados Unidos.
Si bien el proyecto canalero es una inversión privada adjudicada sin licitación a un consorcio chino, lo cierto es que la inyección gradual en la economía de cincuenta mil millones de dólares en los próximos cinco años, supondría un impacto colateral en varios sectores de la economía, entre ellos comercio y construcción, ambos con fuerte peso en el PIB.
Lo anterior implicaría por ejemplo un fuerte dinamismo en la actividad comercial que significaría para el Estado mayores ingresos fiscales. Sin embargo, el Presupuesto General de la República del próximo año apenas prevé un crecimiento de 12.8 por ciento en los ingresos tributarios con relación a los 45,399.9 millones de córdobas de este año.
Otro de los desaciertos del ejecutivo en cuanto al impacto que desde este año se debería estar sintiendo en la economía con la megaobra que aún no arranca, es que se esperaba que al finalizar del año el Seguro Social tendría 185,638 nuevos afiliados, pero las cifras oficiales indican que hasta septiembre se han incorporado a la base de cotizantes un poco más de 20,000.
Aún así, el Gobierno en 2015 esperaba en sus proyecciones tener a más de un millón de trabajadores afiliados al INSS, con 355,589 nuevos afiliados en ese año. Pero el personal de HKND, dueña de la concesión, estimó este año que solo se necesitarán 250,000 obreros.
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