Las autoridades costarricenses y una organización ambientalista evitaron la exportación a Hong Kong de una tonelada de aletas de tiburón, debido a que muchas de ellas pertenecían a dos especies en peligro, informó este viernes una fuente ecologista.
La organización ambientalista Programa Restauración de la Tortuga Marina (Pretoma) informó en un comunicado de que la exportación fue detenida el pasado miércoles debido a que se detectaron aletas de especies de tiburón cuya comercialización está prohibida o regulada por convenciones internacionales.
“El inspector veterinario del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), Alex Sánchez, con la asistencia de los peritos de Pretoma, Maike Heidemeyer y Randall Arauz, identificaron aletas de tiburón punta blanca oceánico (Carcharhinus longimanus) y martillo (Sphyrna sp)”, indica el comunicado.
Las aletas iban a ser exportadas de manera lícita vía aérea hacia Hong Kong, a través de Miami, Estados Unidos.
Pretoma explicó que la captura, retención, transporte, descarga y comercio de tiburón punta blanca oceánico están prohibidos por la Comisión Interamericana de Atún Tropical (CIAT), y el comercio internacional del tiburón martillo está regulado por la Convención para el Comercio de Especies Amenazadas (CITES).
El activista de Pretoma, Randall Arauz, dijo que existe un “portillo” en este tipo de casos, pues veterinarios de las plantas procesadoras del producto son los encargados de determinar que la carga es legal, y muchas veces las autoridades se basan en su criterio y no realizan una inspección.
En Costa Rica está prohibida la práctica conocida como “aleteo” o “desaleteo” del tiburón, la cual consiste en cortar las aletas y lanzar el resto del cuerpo del animal al mar.
Las aletas de tiburón son muy cotizadas, especialmente en mercados asiáticos, donde se les atribuyen cualidades afrodisíacas y curativas.