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Obama sacude el miedo de nicaragüense a ser deportados

La nicaragüense Bertha Sanles nunca perdió la esperanza de regularizar su situación y sacudirse el miedo constante a ser deportada de Estados Unidos. Ahora siente que puede "volar", al saber que se beneficiará del alivio migratorio anunciado por el presidente, Barack Obama.

La nicaragüense Bertha Sanles nunca perdió la esperanza de regularizar su situación y sacudirse el miedo constante a ser deportada de Estados Unidos. Ahora siente que puede “volar”, al saber que se beneficiará del alivio migratorio anunciado por el presidente, Barack Obama.

“Siento que gané mi libertad. ¿Sabes qué siento? Que quiero gritar y decir: ‘Ahora sí, yo puedo volar, puedo hacer tantas cosas'”, dijo a la AFP la noche del jueves Sanles, luego de escuchar a Obama dar a conocer los decretos que darán alivio temporal a millones de indocumentados.

Luego de 14 años de vivir como indocumentada, “me siento que soy alguien”, afirmó Sales, originaria del puerto nicaragüense de Bluefields, que dejó atrás para buscar un futuro más próspero en Estados Unidos.

Sales, que se gana la vida limpiando casas a las que tiene que llegar conduciendo sin una licencia válida, vio junto a su familia el discurso deObama proyectado en una pared en el estacionamiento de una organización proinmigrantes, donde se juntaron decenas de indocumentados y activistas en Miami, Florida (sureste de EEUU).

Aunque está contenta, Sanles dice que “la mitad” de su corazón quedó triste por los indocumentados que quedarán por fuera de los decretos de Obama, que beneficiarán a personas que hayan estado al menos cinco años en el país y tener un hijo con ciudadanía estadounidense o residencia permanente.

Sanles estará incluida porque su hija menor, Leah, es estadounidense.

Su otra hija, Christell, nacida hace 20 años en Nicaragua, se pudo inscribir en el llamado programa DACA, lanzado por Obama en 2012 para otorgar permisos temporales de permanencia para jóvenes que hubieran llegado antes de los 16 años a Estados Unidos.

Mantener la fe

Pese a haber vivido con el miedo constante a ser deportada, Sanles nunca perdió la fe de que este día llegara, según había dicho la noche del miércoles en su apartamento en Miami, que comparte con su esposo, también indocumentado, sus dos hijas, sus tres perros y su tortuga.

“Muchas llantas se pincharon, muchas personas dejaron de creer, pero yo nunca perdí la fe”, dijo en ese momento.

Una vez regularizada la situación, “por lo menos puedo sacar la licencia de manejar, puedo tener el seguro del carro a mi nombre (…), tengo el entusiasmo de poder comprar mi casa, quizá no va a ser mañana, pero tengo ese alivio”, señaló Sanles, activista en la agrupación proinmigrante Familias Unidas.

De hecho, Sanles comenzó a interesarse en el activismo cuando su hija Christell no pudo terminar la carrera de asistente médico porque no le permitieron realizar las prácticas por su situación migratoria irregular. “Fue imposible, no se graduó”, dijo con lágrimas en los ojos.

Alivio temporal

Sanles está consciente de que los decretos de Obama significan una ayuda transitoria, y que la verdadera solución tiene que ser una ley de reforma migratoria que apruebe el Congreso estadounidense.

“Entiendo que es un alivio temporal, ¿pero sabes qué es peor? Estar sin nada, porque todos los días salgo con miedo”, dice.

Sanles, criada por una vecina en Nicaragua ya que perdió a sus padre y a su abuela cuando era joven, celebrará esta noche. Pero sin perder tiempo, el vienes volverá a la lucha por una reforma migratoria definitiva.

“Tenemos que seguir luchando por las licencias (de conducir), por los que no califican a esto, y por la reforma migratoria, que dejen el pleito los partidos y se pongan a trabajar”, dijo.

Sobre todo, dice, hay que presionar a los congresistas republicanos, quienes paralizaron en la Cámara de Representantes la reforma migratoria aprobada en el Senado en 2013 y que abría una vía para formalizar la situación de los más de 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, la mayor parte de ellos latinoamericanos.

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COMENTARIOS

  1. sol
    Hace 9 años

    PSAara mi esa no es la gran cosa, solamente tapar un ollo…lo q keremos es tener permiso d entrar y salir ir a visitar nuestras familia a Nicaragua..

  2. Lilliana
    Hace 9 años

    Estoy muy contenta con esta actitud del Presidente Obama, DIOS le siga iluminando y dándole sabiduría para dar un respiro a nuestros hermanos indocumentados

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