El Camp Nou vivirá hoy un partido de riesgo ante el Sevilla, un encuentro en el que el Barcelona pondrá a prueba su consistencia y su credibilidad después de la derrota sufrida ante el Celta (0-1) en el último partido disputado en casa.
Después del impasse por el aluvión de partidos internacionales de selecciones, el Barsa necesita volver a creer en sí mismo y Luis Enrique podría dar un giro al equipo tras darse cuenta de que el camino no es el correcto.
Tiene unos cuantos frentes abiertos la entidad. En estas semanas han aparecido unas declaraciones de Leo Messi que ponían en duda su amor eterno al Barsa y también ha florecido el eterno debate electoralista, con la presencia en escena de Joan Laporta y las respuestas del presidente Bartomeu y del candidato Benedito.
También Luis Enrique tiene que tomar una decisión sobre Gerard Piqué, ausente del equipo ante el Celta, el Ajax y el Almería. El central ha sido llamado al orden por el club, según ha admitido Bartomeu, por un par de episodios puntuales: una discusión con la Guardia Urbana y la utilización de su móvil en el banquillo en un partido de la Supercopa Catalana.
Mala cosa cuando en el Camp Nou no se habla de futbol. Ahora el equipo necesita un nuevo impulso para afrontar un exigente calendario antes de las fiestas navideñas.
Para el partido ante el Sevilla, Luis Enrique recupera a Mathieu y Rafinha, ya solventados sus respectivos problemas musculares. La principal duda es Andrés Iniesta, que no tiene aún el alta médica.
Sin Iniesta y con Rafinha convaleciente de una lesión, el centro del campo será propiedad de Xavi Hernández y de Ivan Rakitic. Sergio Busquets será quien juegue por delante de ellos dos.
Tras 10 años
El Eibar tratará de frenar en Ipurua al líder de la liga española, un Real Madrid que llega buscando un sustituto al croata Luka Modric sin que su juego se resienta, en una cita histórica pues es la primera ocasión en que se miden en competición liguera los dos equipos.
El Eibar afronta su temporada de debut en Primera División tras 74 años de historia, tras ascender reivindicando el futbol de un club modesto económicamente que dio la sorpresa y se impuso a otros más poderosos. Asociado con la valentía y con momentos de buen futbol ante rivales de la entidad del vigente campeón, Atlético de Madrid o Barcelona, los primeros meses en la élite presentan un balance positivo, en mitad de la clasificación.
Es la primera vez que los dos equipos se van a enfrentar en Liga, pero hay precedente en la Copa del Rey en enero de 2004, cuando los eibarreses militaban en Segunda División y eran entrenados por José María Amorrortu.
El partido de ida de la eliminatoria acabó con empate a uno en Ipurua, mientras que en la vuelta en el Santiago Bernabéu los madrileños dirigidos por el portugués Carlos Queiroz se impusieron por 2-0.
Ver en la versión impresa las páginas: 10 B