Urania Castrillo utilizó una forma muy peculiar para denunciar la supuesta violencia institucional a la que, según dijo, ha sido sometida desde el año pasado cuando denunció agresión física y robo en los tribunales de Bluefields, Caribe Sur. En sus ropas colgó las fotografías de su rostro lesionado, las cuales acompañaba con el siguiente texto: “Soy víctima”. Castrillo mostró una cédula judicial en la que denunció a varios funcionarios judiciales de Bluefields, donde ocurrieron los hechos, tras lo cual presuntamente las autoridades protegieron a los agresores.
Castrillo fue una de las miles de mujeres que ayer marcharon en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, para reclamar una aplicación real de la Ley 779, Contra la Violencia Hacia las Mujeres.
Las mujeres marcharon por cierto sector de la carretera a Masaya hasta la Universidad Centroamericana (UCA), con tambores, matracas y una gigantona y no faltó un altoparlante.
“Estamos lamentando 69 mujeres que han sido asesinadas en este país por ser mujeres, por negarse a continuar en una relación violenta, pero también por la indiferencia con que el Estado trata estos casos”, refirió Juanita Jiménez, dirigente del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM). Y destacó que en el país el Gobierno ha disminuido el compromiso y la obligación que habían alcanzado las mujeres con los regímenes democráticos.
El director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión, reafirmó el compromiso de ese organismo de seguir apoyando la lucha de las mujeres.
Carrión destacó que el Estado en su conjunto ha aprobado normas que son restrictivas a los derechos de las mujeres y que por tanto promueven la violencia contra estas. Y mencionó como ejemplo la reglamentación a la Ley 779, Contra la Violencia Hacia la Mujeres, que cambia el sentido con que la misma fue creada.
Precisamente la aplicación en su amplitud de la Ley 779, distorsionada con la publicación del reglamento que les impone las consejerías familiares y busca evitar a toda costa que las mujeres denuncien fue una de las denuncias de las organizaciones de mujeres que ayer emitieron un pronunciamiento conjunto.
MARCHA EN JINOTEGA
Una manta ondeaba con el lema “El machismo mata, empobrece y embrutece” en la Marcha del Silencio que integrantes de la Red de Mujeres del Norte Ana Lucía realizó en las calles de Jinotega.
Petrona Estrada, dirigente de la mencionada organización, explica que se pretende que esta marcha sea el inició de una concientización a la población jinotegana para evitar femicidios y promover una visión de igualdad de derechos.
Estrada expone la necesidad de que los casos de femicidio en todo el país, pero sobre todo en el norte, tengan mayor relevancia y se aplique a como se debe la ley, porque a pesar de esta muchos hombres no respetan ni la vida ni la integridad de las mujeres.
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