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Ferguson permaneció relativamente en calma la noche del martes en comparación con el lunes, que se quemaron edificios y hubo saqueos. 2,200 miembros de la Guardia Nacional y policías reprimieron ayer la violencia. LA PRENSA/EFE/LARRY W. SMITH

Ferguson hacia la normalidad

Con un aspecto casi fantasmal, Ferguson (Misuri) intentó ayer retomar la normalidad, tras dos noches de disturbios por la decisión de un jurado de no imputar al policía blanco Darren Wilson, quien mató a tiros al joven negro Michael Brown el 9 de agosto.

Con un aspecto casi fantasmal, Ferguson (Misuri) intentó ayer retomar la normalidad, tras dos noches de disturbios por la decisión de un jurado de no imputar al policía blanco Darren Wilson, quien mató a tiros al joven negro Michael Brown el 9 de agosto.

Cubiertas por un manto blanco de nieve que empezó a caer al mediodía, las calles de ese suburbio estuvieron prácticamente desiertas de peatones, en la víspera de la celebración del tradicional Día de Acción de Gracias.

Esa aparente calma, provocada quizás en parte por el intenso frío que azotó a esa localidad de 20,000 habitantes, en su mayoría afroamericanos, llegó después de que 45 personas fueran detenidas el martes en la madrugada, durante la segunda noche de protestas. Además, las fuerzas del orden decomisaron dos armas y un cóctel molotov, precisó el jefe del condado de San Luis, Jon Belmer.

No obstante, la noche del martes fue menos violenta de lo previsto en la céntrica avenida de South Florissant, epicentro de las protestas desde el 9 de agosto. En esa calle se alza el Departamento de Policía de Ferguson, habitual punto de concentración de los manifestantes.

La presencia de 2,200 agentes de la Guardia Nacional impidió una repetición de los graves altercados del lunes, cuando ochenta personas fueron detenidas, una docena de edificios incendiados, hubo saqueos y disparos al aire. En la aledaña ciudad de San Luis tres personas fueron detenidas cuando simpatizantes de Brown forcejearon con la Policía en un intento de acceder al Ayuntamiento.

Numerosos establecimientos seguían cerrados y protegidos con paneles de madera, si bien algunos decidieron abrir sus puertas para recobrar una cierta normalidad. El dicharachero y afroamericano taxista Samson, de 48 años, espera que “todo vuelva a la normalidad” en un par de días, si bien cree que el cuerpo de policía local, integrado por una amplia mayoría de agentes blancos, debe cambiar radicalmente.

Aunque algunos ánimos siguen calientes, varios vecinos optimistas desafiaron al frío y, brocha en mano, se echaron a la calle para decorar con motivos navideños los paneles de madera que aún protegen muchos negocios ante eventuales disturbios.

“SÍ SEÑOR”

La Oficina de Estadísticas Judiciales ha identificado 2,931 asesinatos “vinculados a arrestos” entre 2003 y 2009, casi todos los casos con víctimas hombres, la mitad entre 25 y 44 años. Los negros representan 32 por ciento de estas víctimas.

Un hombre negro está obligado a aprender a usar palabras y gestos que pueden evitar un malentendido fatal: manos en el aire, decir “sí, señor”, “no, señor”. Sean Jackson, de Ferguson, dijo que hizo grandes esfuerzos para enseñarle a su hijo, de 25 años, cómo comportarse con la Policía para “que no se haga matar”.

Internacionales Estados Unidos Ferguson archivo

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