Entre aplausos, agitar de pañuelos, lágrimas y cantos de sus fieles, fue bajada de su altar mayor la imagen de la Inmaculada Concepción de María, custodiada por la Guardia de Honor del Ejército de Nicaragua, para luego recorrer las calles de la ciudad en su peaña adornada con decenas de claveles blancos.
La jubilosa actividad fue presidida por la solemne eucaristía celebrada en la catedral de Granada que fue copada totalmente por el pueblo mariano.
El obispo de la diócesis Jorge Solórzano definió a la feligresía católica las palabras: Aceptación, Acción y Amor, pues dijo que representan el acto de bajar la imagen para que se quede entre el pueblo, por lo que reflexionó en que deben ponerse en práctica en este tiempo de oración y compromiso personal con la Virgen María. La novena inicia este sábado en la calle Atravesada.