Pablo Ramos, especialista en Seguridad Informática de ESET Latinoamérica, enumera diez consejos que deberían ser puestos en conocimiento de los menores para enfrentar los riesgos en internet:
1. Establecer un vínculo de confianza entre los padres y los niños, construyendo un canal de comunicación de forma que se puedan conocer los hábitos y preferencias al utilizar internet.
2. Dejar claro cuáles son los sitios permitidos. Cuando se deja solo al menor, este actúa por su cuenta en las redes sociales, o cree conveniente utilizar plataformas que los adultos no conozcan, para sentirse en control.
3. Mantener los datos en privado. En el smartphone toda la información almacenada: fotos, vídeos, mensajes, podría volverse pública en internet. Es muy importante hacer hincapié en la importancia de mantener los datos en privado, para no perder el control sobre los mismos.
4. Crear la conciencia de no responder mensajes o llamadas de origen desconocido. Si se considera importante debe ser comentado con una persona mayor.
5. No molestar o insultar a otros utilizando algún dispositivo. Ya lo dice el conocido refrán: No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti.
6. Supervisar el uso de GPS. Esta herramienta es muy útil para ubicarse, pero se debe utilizar con precaución, ya que mantenerlo siempre encendido permitiría que a través de las redes sociales puedan saber la ubicación del menor.
7. Control parental. Es importante acompañar el uso de la tecnología con herramientas de control parental, que resultan de gran ayuda para mantener la seguridad de los niños.
8. Cuidado con las aplicaciones. Además del uso de sistemas para la protección de los datos, no se deben descargar aplicaciones de sitios no oficiales y antes de instalar cualquier aplicación es necesario tener en cuenta qué permisos son solicitados.
9. Cuando se realice una compra utilizando el dispositivo móvil o al realizar la descarga de alguna aplicación, debe acompañarse de un adulto para estar seguro de cómo funciona el proceso.
10. Tomar precaución al conectarse a redes WiFi o Bluetooth es una muy buena práctica para evitar ataques a la información contenida en el dispositivo. Asimismo, cualquier conexión por estos medios debe estar protegida con contraseña.
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