Hace un año aún era pobre. Jesús López luego de firmar por 950,000 dólares no se sintió como actor de reparto sino como un prospecto, el cual anhelaba ser protagonista en su estancia en las Ligas Menores con los Atléticos de Oakland. El muchacho de Chinandega no viajó a República Dominicana como los demás prospectos. Su semblante y agresividad lo hacían ser un proyecto más avanzado.
Sin salir de su capullo, la timidez en los Estados Unidos por no conocer a nadie, el cambio de sistema de juego, la velocidad de los lanzadores, la competencia y las altas temperaturas de Arizona afectaron su rendimiento en el inicio de la Liga de Novatos.
López no bateó como él esperaba. No fue por falta de corazón, sus palabras mediante la entrevista convocan a un mundo paralelo: la del joven astuto y hambriento, pero que en la práctica no lo pudo ejecutar con .221 de promedio de bateo, sin jonrones y 13 carreras impulsadas en 42 juegos, bateando 30 hits en 136 turnos al bate.
Su precipitación en el cajón del destino, donde salen batazos a la víspera de la suerte, la demostró en la vida, que sin pensar dos veces se llenó de gustos y de inmediato compró una casa y un carro. Con 18 años, según cuenta, tiene todo para brillar y al final de la lumbrera le espera un futuro incierto, el mismo que elevó a Gonzalo López a la cima y lo hizo caer en pedazos, el que le dijo a Francisco Valdivia que sería un rey con su brazo y terminó operado y en el país de la oscuridad, o tal vez la misma predestinación que Erasmo Ramírez o Everth Cabrera, quienes llegaron al mejor nivel recibiendo propinas de equipos con esperanzas diluidas.
Yo pienso de que hice un buen año, pero no logré lo que me esperaba realmente. Mejoré mis piernas porque era muy lento para correr. A inicios de la campaña no jugué mucho, pero luego sí. Yo pienso que mi debilidad son mis piernas y si quiero estar en campocorto tengo que hacer un esfuerzo extra, porque hay como 20 compitiendo, indicó López, quien con 18 años su físico parece haberse moldeado.
Aunque a veces la casualidad se convierte en lógica, López quiere dejar la incertidumbre y establecerse lo más rápido posible. Yo el otro año haré aún más cosas de las que me pida mi entrenador, considero que si pongo el extra en cada entrenamiento podré mejorar y rendir como espero, aseguró el pelotero.
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