El canal interoceánico de Nicaragua será la obra de infraestructura más grande jamás construida por la humanidad, ha repetido el jefe del proyecto, Bill Wild, sin embargo, el mismo ingeniero australiano ha reconocido que el reto más grande no es la dimensión, sino la ubicación.
El canal estará ubicado en uno de los países más afectados del mundo por los fenómenos hidrometeorológicos y se encuentra en una de las zonas más sísmicas del planeta.
Nicaragua es propensa a terremotos, tsunamis, ciclones, sequías, inundaciones, y erupciones volcánicas.
La historia del país cuenta que Estados Unidos decidió hacer el canal en Panamá, y no en Nicaragua, porque vieron un sello postal con un volcán en la ruta nicaragüense.
El volcán más cercano a la ruta que la concesionaria china HKND eligió 110 años después estará a 12 kilómetros.
“Enfrentamos grandes retos técnicos, terremotos, volcanes, la salinidad, los niveles del lago de Nicaragua”, dijo Wild en una entrevista concedida en Managua a corresponsales extranjeros acreditados en Nicaragua.
Datos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) indican que este país ha sido impactado por al menos 59 ciclones en los últimos 122 años, ente tormentas tropicales y huracanes catastróficos.
Eso no incluye a huracanes como el Roxanne (1995) y Mitch (1998), que sin impactar causaron desastre, en especial el segundo, que mató a unas 2,863 personas, hizo desaparecer a casi 700, y provocó pérdidas por 1,500 millones de dólares.
También se cree que el aumento del nivel de los mares, por efectos del cambio climático, provoque que en 100 años el mar Caribe penetre dos kilómetros tierra adentro en Nicaragua, y el régimen de precipitaciones acentúe las severas y fuertes inundaciones, de acuerdo con estudios del Gobierno realizados hace una década.
El riesgo de terremotos es real, porque Nicaragua se encuentra en el “cinturón de fuego”, la zona más sísmica de la Tierra, que genera el 80 % de los más de 2,000 temblores que ocurren cada año en este país, según las estadísticas del Ineter.
Uno sismo causó el tsunami más devastador de Centroamérica en Nicaragua, en 1992.
Los científicos creen que el escarpe de Hess tiene capacidad para causar un desastre similar en el litoral Caribe.
Las fallas locales también ya destruyeron Managua en 1931 y 1972.
Nicaragua también cuenta con decenas de estructuras volcánicas, de las cuales 13 son volcanes activos, entre ellos el Concepción, que a 12 kilómetros de la ruta canal.
Este territorio espera a los 50,000 obreros que se necesitarán para construir una vía húmeda de 278 kilómetros de longitud, 105 de estos bajo las aguas del Gran Lago de Nicaragua, con un ancho de entre 230 y 520 metros, y 30 metros de profundidad, es decir, tres veces más grande que el canal de Panamá.
El proyecto sumará carreteras y un puerto en cada litoral (Pacífico y Caribe), que deberán soportar camiones con capacidad para 200 toneladas y excavadoras dispuestas para 600 toneladas.
Un aeropuerto, más un lago artificial con dos esclusas cuyas compuertas que medirán el doble de las de Panamá, harán que los “subproyectos” de un complejo turístico y una zona de libre comercio, se vean como obras menores.
El proyecto consumirá 5,000 millones de litros de combustible, removerá entre 4.5 millones y 5 millones de metros cúbicos de tierra, y costará 50,000 millones de dólares.
HKND, que tiene la concesión de construcción y administración del canal por 50 años más otros 50 prorrogables, anunció que sus estudios técnicos están terminados, con todos los riesgos previstos.