El próximo inicio de operación de la planta procesadora de leche mexicana Lala en el país provoca el temor del gremio agropecuario de que esa empresa en poco tiempo controle la red de acopio y los precios de compra.
Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), exigió ayer que los inversionistas extranjeros y nacionales compitan “con las mismas reglas”, y eso se traduzca en ampliar la red de acopio.
“Al final de todo esto (se) puede crear un monopolio, porque si viene Lala —que es un monstruo (en México)— y viene a competir con lo que ya existe aquí, ponele que entre al mercado pagando un poco más por la leche, ¿qué va a pasar? va a sacar del juego a la otra industria nacional (…), esta compañía quedaría sola, tampoco eso es bueno”, expresó Healy.
Upanic recordó que actualmente del total de la producción de leche, las pasteurizadoras y las plantas artesanales solo captan un estimado del 30 por ciento. “Creo que hay que hacer inversiones no solo Lala, sino todo el conglomerado de la industria láctea tiene que invertir para ampliar ese corredor”, insistió el presidente del gremio agropecuario.
Lala operará en Nicaragua bajo el Régimen de Admisión Temporal para Perfeccionamiento Activo (Ley 382), que permite tanto el ingreso de mercancías en el territorio aduanero nacional como la compra local de las mismas sin el pago de toda clase de derechos e impuestos. Esas mercancías podrán ser reexportadas o exoneradas en su caso, después de ser sometidas a un proceso de transformación, elaboración, reparación u otro.
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