Una delegación de originarios del archipiélago colombiano de San Andrés y Providencia llegó ayer a Nicaragua para reunirse con líderes de las comunidades aborígenes del Caribe nicaragüense para estrechar lazos.
“Venimos a intercambiar lazos de hermandad y de sangre con nuestros hermanos de la Costa Atlántica. Tenemos allí un pasado muy ligado y queremos volver a la relación que teníamos antes del Tratado Bárcenas-Esguerra (1928)”, dijo el pastor bautista y líder raizal colombiano Raymond Howard, a periodistas.
El encuentro entre líderes autóctonos del Caribe de Nicaragua y de los archipiélagos colombianos de San Andrés y Providencia se dará en el municipio de El Rama, en el Caribe sur, a 292 kilómetros al este de Managua, indicó Howard.
En el mismo abordarán “temas de interés cultural, económico, religioso y deportivo, que es algo que pasaba antes”, señaló el líder caribeño, quien no precisó cuánto durará la visita de los isleños.
Hace dos años la Corte Internacional de Justicia de La Haya definió los límites marítimos de Nicaragua y Colombia en el Caribe, dejando bajo soberanía colombiana siete cayos del archipiélago de San Andrés, cuyas islas mayores ya se habían concedido a Bogotá en 2007.
También otorgó a Nicaragua una franja marina en esa zona que Colombia calcula en unos 75,000 kilómetros cuadrados y Nicaragua en al menos noventa mil kilómetros cuadrados.
El Gobierno de Nicaragua ha permitido a las comunidades raizales de San Andrés que continúen pescando en el mar que la CIJ definió como territorio nicaragüense, aunque la Fuerza Naval colombiana intimida a los pescadores nicaragüenses que pescan en la misma zona.
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