El rublo ruso siguió derrumbándose este martes pese a la radical subida de tipos de interés del banco central de Rusia, colocando bajo presión al presidente Vladimir Putin, impotente ante una crisis monetaria que adquiere tintes dramáticos.
Tras una caída el lunes de 9.5 por ciento, sin precedentes desde la crisis financiera de 1998, la moneda rusa llegó a perder este martes más de un veinte por ciento alcanzando un nivel inédito de cien rublos por euro y ochenta por dólar.
Más tarde, el rublo se recuperó algo, cotizando a noventa unidades por un euro y 72 por un dólar.
El índice moscovita RTS, denominado principalmente en dólares, perdió un 12 por ciento quedando en su nivel más bajo desde 2009.
HUNDIMIENTO DE DIVISARUSA CREA PÁNICO
El hundimiento de la divisa rusa —ha caído desde principios de año un sesenta por ciento ante el dólar— ha provocado un movimiento de pánico entre la población que cambia rublos devaluados por dólares o euros, a dos días de la muy esperada conferencia de prensa anual, este jueves, del presidente ruso.
Todo ello se produce en un contexto de gran tensión política con Occidente debido al rol de Moscú en la crisis ucraniana y de riesgo para la economía rusa de entrar en recesión.
Las duras sanciones económicas occidentales contra Rusia adoptadas desde la anexión de Crimea, y el derrumbe de los precios del petróleo que genera la mitad de los ingresos del país son dos de las principales causas de la grave crisis financiera y económica rusa.
“La situación en el país es totalmente inestable. Tenemos miedo”, se lamenta Yulia, consultada frente a un banco de Moscú, donde se ha formado una larga cola. “Tengo miedo de que volvamos a la situación de los años 1990”, añade, aludiendo a la difícil época de caos y desorden que siguió tras el final de la Unión Soviética.
¿CÓMO RECUPERARLA CONFIANZA?
En un intento por contener el descalabro del rublo, el banco central ruso anunció en la noche del lunes un aumento drástico de su tasa directriz, que pasó del 10.5 por ciento al 17 por ciento, más del triple respecto a principios de año.
Mientras el presidente Putin permanece mudo, el jefe de gobierno Dimitri Medvedev organizó una reunión de ministros del sector económico.
Estos definieron medidas para “estabilizar” el rublo, consistentes en favorecer la liquidez y el sector bancario, según explicó el titular de Economía, Alexei Uliukaiev.
Los ministros no hablaron en cambio de la posibilidad de restringir los movimientos de capitales, poniendo techo por ejemplo a las compras de divisas. El mercado temía esta opción extrema ante la caída continua del rublo pese a la subida de tasas del banco central.
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