Las autoridades de Perú solicitarán la extradición de un grupo de activistas de Greenpeace, acusados de dañar las líneas de Nazca, ante la información de que los activistas abandonaron el país, indicó el viceministro de Cultura, Luis Jaime Castillo, en declaraciones citadas por el portal del diario Perú21.
Los activistas formaron el 8 de diciembre un mensaje sobre el cambio climático al costado de la figura del Colibrí, uno de los geoglifos más representativos de las líneas de Nazca, que por su tamaño solo se pueden apreciar desde el aire.
“Nuestro patrimonio ha sido mancillado con este acto. Ahora todos querrán ir a las líneas de Nazca, pero para ver la zona que quedó afectada por las acciones de Greenpeace”, declaró Castillo.
Los miembros de Greenpeace implicados en el caso dejaron Perú el fin de semana después de que un tribunal rechazara un pedido de la Fiscalía para que se ordene su impedimento de salida porque el expediente no consignaba el domicilio donde debían ser notificados.
La ministra de Cultura, Diana Álvarez Calderón, se reunió el lunes con el director de Greenpeace, Kumi Naidoo, quien le presentó sus disculpas por los daños cometidos en la zona declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1994, pero no quiso identificar a los autores. El delito contra el patrimonio cultural en Perú es sancionado con hasta un máximo de ocho años de cárcel.
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