Aunque reconocen que el inicio de las obras del Gran Canal Interoceánico y de la hidroeléctrica Tumarín, junto con la reducción del precio del petróleo, pueden duplicar las metas de crecimiento económico durante el 2015, las autoridades del Banco Central de Nicaragua (BCN) optaron por no incluir estas variables y fijaron la meta de crecimiento entre el 4.5 y el 5 por ciento.
“Trabajamos con un escenario base o escenario de partida, es decir, lo que tenemos hoy y cómo se reproduce hacia el año siguiente. Lo nuevo, en términos de proyectos, megaproyectos e impacto también del petróleo lo estamos dejando para un segundo momento”, explicó el presidente del BCN, Ovidio Reyes.
Según el funcionario, la medida pretende evitar posteriores ajustes a la baja ante cualquier atraso en las obras o por un drástico incremento en el precio del crudo. “Mal hubiéramos hecho si hubiéramos incorporado estos proyectos y después hubiéramos tenido que revisar todas nuestras estimaciones a la baja”, indicó Reyes al referirse a los aplazamientos que ha sufrido Tumarín en los últimos años.
No obstante, Reyes reconoce que de concretarse el inicio de ambos proyectos “podrían sin ningún problema, en caso de entrar en lleno, más que duplicar las estimaciones de crecimiento económico que estamos aquí esperando”.
Una vez que las obras estén en marcha, representantes del BCN se reunirán con las empresas para obtener la información necesaria y luego incorporarla en las estimaciones de crecimiento.
IMPACTO DEL PETRÓLEO EN LOS PRÓXIMOS MESES
Con respecto al impacto que provocará la caída que ha registrado el precio del crudo en el mercado internacional —que ayer cerró en 54.11 dólares por barril—, Reyes dijo que la reducción no está plenamente incorporada en las estimaciones, porque prefieren ser conservadores.
“Porque aunque pareciera ser que el precio va a estar entre 60 y 70 dólares (por barril), nada nos garantiza que el precio se mantenga ahí. No hay ninguna garantía, entonces vamos a esperar a que transcurra el primer trimestre del próximo año y una vez que transcurra este primer trimestre vamos a tener una mejor idea de cuál podría ser el impacto total de estos efectos”, manifestó Reyes.
Para el funcionario “no cabe la menor duda de que un menor precio del petróleo de alguna manera le ayuda al país y a la economía y a los mismos productores en tanto esto se refleje en una reducción en los precios de los combustibles y en una reducción de todo el resto de precios de los insumos de importación”.
Reyes admitió que en años anteriores el alza en el precio del petróleo benefició a Nicaragua a través de la cooperación venezolana y descartó que el desplome que registra ahora el precio del crudo vaya a reducir drásticamente el flujo de esos recursos, que fueron determinantes para compensar los incrementos que en su momento provocó ese aumento.
“Ahora está ocurriendo un fenómeno inverso, el precio del petróleo está bajando, entonces en ese sentido en la medida en que baja eso también da mecanismos de compensación en la economía porque abarata de alguna manera los costos de todos los bienes y nosotros creemos que el impacto va a ser mínimo, no deberíamos tener mayor consecuencia”, afirmó Reyes.
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