La presión para que el Gobierno y las petroleras trasladen el alivio del precio del crudo y sus derivados de manera inmediata a los consumidores e industrias, cada vez es más fuerte. Los productores agropecuarios exigieron ayer al ejecutivo que elimine el subsidio a la factura eléctrica y el transporte si esa es la razón del porqué hasta ahora no ha aplicado una rebaja en la tarifa energética.
Basado en un estudio encargado sobre el impacto de los combustibles en el sector productivo cortado a diciembre del año pasado, el presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), Michael Healy, reclamó una reducción más significativa en las gasolinas y diesel, así como una baja en el precio de la energía.
[doap_box title=”Disparidad” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]El economista Adolfo Acevedo explicó que “entre enero de 2011 y septiembre de 20124, el precio nacional del galón de gasolina regular medido en dólares fue, en promedio, 1.75 veces superior al precio internacional. A partir de allí ese diferencial se amplió explosivamente, hasta llegar a ser 2.54 veces al mes de diciembre”.
Y añade: “Esto fue el resultado de que, mientras el precio internacional de la gasolina se redujo en 50.1 por ciento entre junio y diciembre de 2014, el precio nacional solo se redujo en 26 por ciento”.
“Si el precio nacional del galón de gasolina regular, medido en dólares, hubiese seguido siendo solo 1.75 veces superior al internacional, en vez de dispararse a 2.54 veces, el precio promedio en córdobas al mes de diciembre debió haber sido de 66 córdobas”, precisa.[/doap_box][doap_box title=”Prometen bajas” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]El presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), Michael Healy, dijo que si se baja la tarifa eléctrica y los combustibles al ritmo que se está comportando el mercado del crudo y sus derivados en el mercado internacional, se comprometen a trasladar ese respiro al bolsillo de los consumidores. Esto ante la crítica que existe contra los productores y comerciantes que aunque baje la tarifa o las gasolinas y diesel, eso al final no llega a las familias nicaragüenses.[/doap_box]
Según Healy, hasta diciembre del año pasado los combustibles terminados bajaron un 40 por ciento y el petróleo un 50 por ciento, un alivio que no se ve reflejado en los costos de producción de los campesinos e industrias, lo que está ocasionando que Nicaragua pierda competitividad a nivel regional.
Healy recordó que en Centroamérica los precios de los combustibles y la energía han caído a mayor ritmo que en Nicaragua, lo que deja en desventaja a los productos nicaragüenses que salen al exterior mucho más caros por no incorporar en su matriz de producción el alivio del petróleo y sus derivados.
El representante gremial aseguró que el estudio señala que en Nicaragua el alivio solo ha sido del 18 por ciento y no el 40 por ciento en los combustibles. “En la región sí han bajado más que en Nicaragua, por lo tanto nosotros estamos perdiendo lo que se llama competitividad”, indicó.
En el caso de la energía, Upanic demanda una baja de entre el 15 y 18 por ciento en la tarifa. Y en este sentido, Healy dijo que si la excusa es que no se puede aplicar una reducción energética de forma inmediata porque está ligado al subsidio energético que vence el 31 de agosto de este año —tal como lo dijo esta semana la diputada sandinista y presidenta de la Comisión de Infraestructura y Servicios Públicos, Jenny Martínez— pide al Gobierno que así como tuvo la mayoría de votos para aprobar esa ley, también los use para derogarla.
“El Frente Sandinista tiene los 63 votos (en la Asamblea Nacional) para derogar esta Ley y que no siga dando subsidios porque con la baja que tenemos ahorita no hay necesidad de dar subsidios tanto a la parte energética como el transporte. Nosotros creemos que hay que derogar esa Ley”, afirmó.
Entre las normas energéticas que estarían vinculadas al petróleo y que se afectarían con una rebaja en la tarifa, figura la Ley de Estabilidad Energética, a través de la cual se da subsidio a los consumidores menores a los 150 kilovatios mensuales.
También el transporte urbano colectivo e interurbano recibe subsidio lo que ha permitido, por ejemplo, que pese a que el precio del crudo a nivel internacional en junio del año pasado superó los cien dólares el barril y en Nicaragua los combustibles llegaron a precios récord, el pasaje en Managua se mantuvo en 2.50 córdobas.
Respecto al pago de la deuda con Venezuela que se originó para el subsidio de la energía, Healy propone que la mitad de lo que se está ahorrando actualmente el país se destine para pagar la deuda y la otra mitad para bajar los costos de la energía.
A finales del año pasado, el asesor para Asuntos Económicos de la Presidencia, Bayardo Arce, estimó en 205 millones de dólares la deuda pendiente con la Caja Rural Nacional (Caruna), cinco millones ya habían sido abonados y el plazo de pago es a 25 años.
MANICEROS Y SORGUEROS PRESIONAN POR BAJA
El clamor para que la tarifa de la energía baje es compartida por los productores de maní y sorgo, quienes lamentan que todavía sus costos de producción por manzana se mantienen intactos.
El productor de maní Álvaro Munguía dijo que “en todo el proceso de siembra hasta la recolección del maní se gasta entre 240 y 250 dólares por manzana, con la baja del 40 por ciento del petróleo deberíamos tener una reducción del ocho al nueve por ciento del costo total, esperamos que eso se dé”.
Pero Munguía va más allá de la tarifa y los combustibles, dice que también ese alivio debe sentirse en los fertilizantes, herbicidas, en los fletes, fungicidas, los que el año pasado tuvieron un alza “muy grande”.
Un verdadero alivio en este momento de la energía y combustibles, significaría para los productores de maní un respiro tomando en cuenta, que según Munguía, los precios de este producto han bajado a nivel internacional y que el fenómeno de El Niño provocó daños en la siembra, ocasionando la reducción de unos 400 mil quintales solo en Chinandega.
“Este año todavía tenemos costos elevados y precios bajos”, enfatiza.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nicaragüense de Productores de Sorgo (Anprosor), Manuel Álvarez, dijo que si se lograra trasladar la merma de precio del crudo a la matriz energética del país, el margen de ahorro que tendrían los productores podría invertirse en las fincas.
Álvarez dijo que es cierto que en el campo se siente cierto ahorro en el gasto, por ejemplo, de combustibles, pero que todavía hay margen para seguir aliviando sus costos.
El representante gremial estima en un 20 por ciento el peso que el gasto en combustibles y energía tienen las estructuras de costos de la producción de sorgo.
Para Álvarez, todavía las reducciones de precio “son muy lentas” y “demandamos que se aplique ahora esa caída del precio del petróleo en el consumo de energía, que hasta hoy no la sentimos”.
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