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“Somos inmunes al sentido común”

Al doctor Miguel Ángel Orozco uno suele verlo alejado de las cámaras y las pantallas de televisión. Es muy discreto, pero a la vez muy activo en sus funciones académicas y formativas.

Al doctor Miguel Ángel Orozco uno suele verlo alejado de las cámaras y las pantallas de televisión. Es muy discreto, pero a la vez muy activo en sus funciones académicas y formativas como director ejecutivo del Centro de Investigaciones y Estudios de la Salud (CIES-UNAN), una entidad de carácter académica que ofrece estudios de doctorados, maestrías, posgrados y especializaciones en diversas ramas de la salud y la administración de la salud pública, lo cual los lleva a una relación cercana con el Ministerio de Salud. Por ello, Orozco, docente y cirujano dentista, está estrictamente vinculado al sistema de salud pública de Nicaragua desde 1982 y es desde esa óptica académica y vivencial que analiza la compleja cultura nicaragüense en su relación poco armoniosa con la salud.

[doap_box title=”Plano personal” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Miguel Ángel Orozco Valladares es cirujano dentista, con experiencia en Radiología y Endodoncia.
En los años ochenta inició su experiencia de administración de salud en los frentes de guerra y en las poblaciones afectadas por el conflicto.
Es docente desde 1982 en las aulas universitarias y sigue enseñando en doctorados, maestrías y posgrados temas de administración de salud pública, recursos humanos, insumos y gestión de recursos médicos, gerencia de instituciones médicas, etcétera.En 2003 aprendió a hablar francés para sacar una maestría en Salud Pública en la Universidad de Montreal, Canadá.[/doap_box]

¿A qué nos enfrentamos en Nicaragua en materia de salud?

El principal reto es la indiferencia o la falta de consciencia sobre los retos a los que debemos enfrentarnos. Los retos ya conocidos de la desnutrición, de las enfermedades transmisibles se ven ahora complejizados por las enfermedades crónicas causadas por nuestros estilos de vida, por el envejecimiento, por la falta de información o de nuestra resistencia al cambio en estos estilos de vida que nos llevan a la enfermedad. Esto lo podemos abordar más ventajosamente reconociendo que la salud está determinada por nuestro entorno socioeconómico, cultural, por nuestra realidad generacional (adolescentes y jóvenes, pero también adultos mayores), el acceso a servicios básicos, a la educación, al agua potable, a ambientes seguros, incluyendo el laboral, y por supuesto, a servicios de salud centrados en nuestros problemas de salud y respaldados por los demás sectores: educativo, empresarial, religioso, político.

¿Y existe esa visión de la salud en este país?

Debemos tener una visión lo más integral posible en cuanto a nuestra salud y a nuestra calidad de vida: mención especial merece la violencia de todo tipo, los accidentes de tránsito, la violencia contra la mujer y los niños y otras situaciones que nos traen muchas lesiones, muerte y discapacidades. Tenemos que pensar que es tiempo de actuar en nuestros espacios más próximos, en nuestra familia, en nuestra comunidad, el gesto más pequeño hace una gran diferencia: desde cómo disponer de la basura, de cómo aprender a ingerir licor responsablemente, etcétera. Es decir: cómo cambiar nuestros estilos de vida y mejorar el ambiente que nos rodea, evitar al menos deteriorarlo más. Si no entendemos esta realidad y esta necesidad, la situación irá empeorando ante nuestros ojos cada vez más rápido. Cuando ya sabemos que debemos moderar nuestros estilos de vida, que debemos respetar a los demás y al medioambiente, que debemos comer mejor, que debemos moderar el consumo del alcohol, mejorar los ambientes de trabajo, mejorar la educación y el acceso a la información sobre nuestra salud, entonces estaremos en mejores condiciones de enfrentar exitosa y satisfactoriamente estos retos.

¿Es la salud del nicaragüense buena, mala o regular? 

Hay de todo: enfermedades transmisibles, crónicas, accidentes, violencia contra personas vulnerables, pero también hay organización comunitaria, esfuerzos sociales para enfrentar estos problemas. Pero en general creo que estamos en una situación que puede aprovecharse para empezar a mejorar la salud como sociedad y no solamente como individuos. Para esto hay que desarrollar una actitud proactiva y preventiva, la cual es posible únicamente conociendo mejor los problemas a los que nos enfrentamos y la mejor manera de vivir con la calidad de vida que nos merecemos como personas, como familias y como sociedad. En fin: la mayor o menor resiliencia de nuestra sociedad a las enfermedades se debe a nuestra responsabilidad individual, comunitaria y gubernamental para crear condiciones que generen salud y no enfermedad.

¿Confían los ciudadanos nicas en su sistema de salud?

Si te vas a la región vas a notar diferencias. En Costa Rica la Caja del Seguro Social con un noventa y tanto de cobertura médica es envidiable, con niveles de países desarrollados; en otros países la cobertura es mucho más limitada, pero en el caso de Nicaragua la cobertura estamos en una etapa intermedia, con un modelo de salud comunitario y familiar, que quiere y busca ahondar en la promoción y prevención, como modelo de salud, que es un sistema que sale del servicio de salud hacia las comunidades con mensajes y campañas. Por ejemplo, el diabetes mellitus, a las personas se les aconseja el cuido y cambio de estilos de vida para aprender a vivir con una enfermedad, pero con menos riesgos. Es decir, nuestro sistema de salud está rompiendo el paradigma de atención en los centros de salud a uno de prevención, queremos cambiar esa cultura de creer que para todo existe una medicina o una inyección que lo cura todo.

Es decir, doctor, al tema de salud ustedes le meten el factor educación. ¿Pero cómo hacer en un país con los bajos índices de estudios académicos para que lleguen los mensajes?

La educación en materia de salud no es importante o necesaria, es simplemente vital. Es decir, el cambio está enfocado en cambiar esa mentalidad de dependencia del sistema de salud para vivir sano. Te explico: aquí mucha gente dice que quiere seguir comiendo todo lo que come, bebiendo todo lo que bebe, haciendo todo lo que hace, pero al momento de enfermarse lo que quieren es la pastilla, la inyección o el tratamiento para que me curés, pero eso sí doctor, no me prohíba comer esto, ni beber esto otro o dejar de hacer esto. Es decir, quieren seguir comiendo en exceso, bebiendo en exceso, manejar sin control y que luego sea el Hospital Lenín Fonseca quien resuelva el problema de salud, el accidente o la operación. Es una dependencia de salud que no es saludable, la educación debe abrir la oportunidad a la gente de cambiar nuestros malos hábitos por costumbres sanitarias saludables.

¿Es la cultura nicaragüense propicia para el cuido de la salud o somos de esos que solo van al hospital cuando estamos enfermos?

De manera muy especial es una cuestión de género: la mujer busca más los servicios de salud por su responsabilidad como madre, por su preocupación constante por sus hijos, por los miembros de su familia. Los hombres tememos los servicios de salud y evitamos frecuentarlos hasta por motivos de prevención. Tememos que nos prohíban hábitos que ya están muy metidos en nuestra cultura y que no queremos dejar además de que puedan coartarnos en términos de nuestra cultura machista.

Quiere decir doctor, que es nuestra decisión individual la que hace la diferencia en salud.

No exactamente porque tenemos factores externos. Ahora mismo el cambio climático es una amenaza real que escapa en cierto modo a las decisiones individuales. El cambio climático nos va a seguir enfrentando a más enfermedades transmitidas por vectores, pero va a agravar las condiciones de salud de la población afectada por enfermedades crónicas y al afectar el clima con lluvias o sequías, afecta la producción de alimentos y eso conduce a desnutrición y deja a la población más vulnerable ante las enfermedades. Es una amenaza integral el cambio climático y ya no digamos los desastres naturales que aquí son tan comunes. Ahí juega un papel clave la educación, a más educación, más conocimiento y capacidad de decisión en torno al tema. La educación hace la diferencia entre la vida y la muerte. Te voy a poner un ejemplo con los motorizados. Salieron a protestar por las multas, es verdad, son caras, pero es una ley la que te obliga a usar casco. Yo quisiera que ellos compararan el precio de una multa por no usar casco, con el costo económico de una operación quirúrgica para salvarle la vida a un motorizado accidentado o el costo de la rehabilitación a los lesionados o el costo de atender a veinte mil lesionados al año por desatender las reglas de seguridad de tránsito. ¿Cuánto vale una multa y cuánto cuesta a una familia mantener por seis meses o un año a un lesionado que perdió el empleo por quedar accidentado? La educación pasa por aprender a respetar las reglas del juego y preservar la vida nuestra y de los terceros, así como el bienestar de nuestras familias.

En 2013 fue el dengue, en 2014 el chikungunya y en 2015 ¿qué podemos esperar?

No hay que caer en una actitud apocalíptica, pues se tiene información acerca de los posibles escenarios al respecto. El cambio climático nos está llevando a situaciones que van a disparar diferentes tipos de enfermedades, desde las crónicas hasta las transmisibles. En referencia a las Enfermedades Transmitidas por Vectores estas se están comportando de manera más agresiva, es algo que ya se prevé y para lo cual no nos estamos preparando como sociedad, a pesar de que sí existe una preparación mundial y regional. En nuestro caso el Minsa lo ha venido haciendo, pero no lo terminamos de asumir como responsabilidad personal, familiar y comunitaria. Tenemos que informarnos mejor sobre los riesgos que esto significa. Recuerda que todavía lidiamos con la leishmaniasis, el chagas, escabiasis, etcétera. Y todas ellas se pueden exacerbar con el cambio climático, pero también las enfermedades crónicas. En el caso de las crónicas, las enfermedades cardíacas, la insuficiencia renal, la diábetes y otros problemas de salud se pueden exacerbar por este cambio climático, por lo cual se debe estar informado, pues existen maneras muy accesibles para evitar, para prevenir efectos graves de estas amenazas en la salud de nuestra población.

¿A qué somos inmunes, doctor, como sociedad? 

Tal parece que somos inmunes al sentido común (…) es decir: ya sabemos qué nos enferma, qué nos puede afectar, excesos en las comidas, en la ingesta de azúcar, en el alcohol, en el sexo sin protección, pero pensamos y actuamos como si esa información estuviera dirigida a otras personas y que nosotros fuéramos inmunes, indestructibles. Aunque abunda la información, en todos lados nos la encontramos, seguimos actuando como si no fuera con nosotros.

¿La automedicación a la que solemos recurrir es mala?

Es una práctica tan generalizada como equivocada. Esto genera resistencia a los medicamentos, especialmente a los antibióticos, ocultamiento de síntomas que pueden señalar problemas más graves y sobre todo una exacerbación del sentimiento de inmunidad, de falsa seguridad por el acceso a los medicamentos. Nos podemos tomar medicamentos para bajar las grasas antes de cambiar de hábitos alimenticios (…). Le hemos asignado a los medicamentos un rol que no existe, que no es tal como lo imaginamos y lo hemos hecho para no cambiar de hábitos, ni asumir nuestra responsabilidad ante nuestra propia salud. Hay que gestionar bien los medicamentos, pues de otra forma nos quedaremos sin nada para enfrentar las enfermedades.

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COMENTARIOS

  1. Fernando Morales
    Hace 9 años

    Mas claro no canta un gallo!, muy bien Dr., sus apreciaciones y comentarios muy profesionlaes y acertados. He aqui un Dr., de verdad. Salud Doctor y mas exitos…

  2. Guillermo García
    Hace 9 años

    Muy cierto lo que dice el Dr. Orozco. En el camino de alcanzar la salud, hay que transitar hacia la educación que genere cambios en las condiciones y estilos de vida, algo que debe acompañarse de modelos economicos que tambien privilegien la salud del individuo, autosostenible, respetuoso del medio ambiente, para llegar allí, se necesita del apoyo político pero también apoyo de los grupos económicos de poder en cada uno de los países del itsmo centroamericano.

  3. Hace 9 años

    Clomo rofesional de la salud publica, doy testimonio del impacto salubrista q ha tenido Nicaragia y Centroamerica con las politicad academicas del Cies con la magistral direccion del Dr. Miguel Orozco y su equipo docente.

  4. José Ibraham Bueso Paranky
    Hace 9 años

    Dr.Orozco si bien hoy nos encontramos en distintos puntos del mapa, pero eso no quiere decir que nuestros vínculos forjados en estos años de estudio, se terminen. Ya que a dejado una huella en nuestras vidas que han hecho que se le tenga mucha admiración, respeto y cariño. Gracias por ser parte importante del desarrollo academico de nuestras vidas, Es ejemplo digno a seguir.Felicitaciones por su artículo y gracias por compartir sus conocimientos y reflexiones con la sociedad que más lo necesita

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