Los que menos conocen sobre la silenciosa agonía del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) son los sindicatos. Esto a pesar que sobre esta institución recae la responsabilidad de garantizar para los próximos años una pensión para más de 700 mil trabajadores formales que hasta la fecha aportan activamente al INSS.
Pese a que el Seguro Social atraviesa una situación difícil y el Gobierno no da explicación sobre el desajuste financiero de este, las calles lucen vacías, sin trabajadores exigiendo una respuesta.
José Espinoza Navas, secretario general de la Confederación de Unidad Sindical (CUS), admitió que hay pasividad por parte del sector sindical, para demandar en las calles un manejo eficiente de los recursos del INSS.
Indicó que la única información que obtienen de las finanzas del Seguro Social es a través de los medios de comunicación, porque no tienen representantes en la junta directiva del Seguro Social.
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Las finanzas del Seguro Social siguen enfermas, posiblemente más que en 2013, cuando se anunció un posible remedio a través de una reforma paramétrica que entró en vigencia en enero de 2014. El balance financiero del Seguro Social, disponible en el portal electrónico del Banco Central de Nicaragua, indica que los ingresos y egresos totales siguen creciendo a igual ritmo que antes del ajuste.
Es la caída estrepitosa de los ingresos por inversiones del Seguro Social lo que marca un antes y un después de la reforma. Entre enero y noviembre de 2013, el Seguro captó 1,121 millones de córdobas por este concepto, pero en 2014, cuando se había prometido mejorar los ingresos, este cayó 26.1 por ciento respecto al año anterior.
Fue el crecimiento, notablemente desacelerado, en el aporte de los cotizantes lo que permitió que al término de noviembre el Seguro Social acumulara 14,495 millones de córdobas en ingresos totales, 14.3 por ciento superior al mismo lapso del año anterior. Pero entre enero y noviembre de 2013 —sin reforma— este creció 15.6 por ciento.
Este repunte de los ingresos totales del INSS el año pasado no es suficiente para cubrir el rápido crecimiento de los gastos totales, lo que ocasionará un desajuste de hasta 1,400 millones de córdobas, según estimaciones del economista Adolfo Acevedo, quien señala que este será siete veces mayor que el déficit por 201 millones de córdobas registrado en 2013.
A noviembre de 2014 el Seguro Social había tirado al gasto total 14,960 millones de córdobas, superior en 21.6 por ciento que en igual periodo del año anterior, cuando hubo un repunte del 22.3 por ciento.
El déficit en diciembre se ampliará, según Acevedo, porque al saldo de noviembre se le incorporarán 770 millones de córdobas en aguinaldo para los pensionados y 70 millones para el decimocuarto mes que reciben los trabajadores del INSS.
El Gobierno había proyectado enviar a las reservas del INSS unos 1,209 millones de córdobas en 2014, según publicó en su momento el ejecutivo. El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, José Adán Aguerri, dijo ayer que no tenía comentarios sobre este tema y que sería hasta hoy que sentaría su posición. También se intentó conseguir la versión del representante de la empresa privada en la junta directiva del INSS, Alfonso Silva, pero no respondió las llamadas.
SINDICATOS DESCONOCEN
Por su parte, los sindicalistas desconocen cuál fue el rendimiento real de la reforma que negociaron principalmente la empresa privada y Gobierno.
Resulta que aunque la ley orgánica del INSS establece que en la junta directiva de esta institución debe tener dos representantes de los trabajadores con sus respectivos suplentes, estos escaños están ocupados por sindicalistas sandinistas, entre estos José Antonio Zepeda y Eveling Umaña. Este Diario llamó en varias ocasiones al celular de Zepeda, pero no respondió.
El presidente de la Confederación Sindical de Trabajadores José Benito Escobar, Luis Barbosa, quien admitió desconocer la situación financiera actual del INSS, reconoce que dicha institución requiere de una reforma integral. “Mientras aquí no se crezca en afiliación, la problemática (del INSS va a continuar”, dice.
Con la reforma la meta del Gobierno era hacer crecer la base de afiliación anual en ocho por ciento. Pero los datos actualizados hasta octubre de 2014 indican que el crecimiento fue del 4.2 por ciento, lejos del ocho por ciento de 2013.
Nilo Salazar, representante de la Confederación General de Trabajadores Independientes, quien también desconoce el comportamiento de las finanzas del Seguro, afirmó que los resultados que reflejan las cifras oficiales del BCN era de esperarse, porque se decidió engavetar en la Asamblea Nacional un proyecto de reforma al Seguro Social más integral, y que tocaba aspectos tan sensibles como la reducción de gastos.
“Mientras aquí no regulen los gastos del Seguro Social, estos problemas van a continuar, con la reforma no es cierto que se va a poder recuperar o salvar al INSS”, señala.
Para Salazar en las finanzas del Seguro Social lo que se está alimentando es una “bomba de tiempo” cuyo estallido se prolongó con “el parche” que se diseñó en 2013 y se aplicó desde enero de 2014.
Las finanzas del Seguro Social se han visto presionadas también por el pago de pensiones reducidas, que ahora reciben ancianos que no lograron cotizar las 750 semanas.
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