El presidente inconstitucional Daniel Ortega intervino brevemente ante la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para atacar a Estados Unidos y cederle su turno al independentista puertorriqueño Rubén Berríos.
“Nosotros aquí con nuestros esfuerzos para erradicar la miseria y la pobreza y ellos, los yanquis —en referencia a Estados Unidos— conspirando en contra”, dijo Ortega, el único gobernante acompañado por su esposa, Rosario Murillo, en la sesión plenaria de esta cumbre.
El presidente nicaragüense aseguró, sin aportar prueba alguna, que Estados Unidos está preparando un golpe de Estado en Venezuela “con el mismo guión sangriento” aplicado en Chile durante el gobierno de Salvador Allende, quien fue sustituido por la dictadura de Augusto Pinochet.
Tras estas breves denuncias, Ortega anunció que había decidido incorporar a la delegación de su país al líder del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Rubén Berríos, a quien cedió la palabra.
Por haberle cedido la palabra a Berríos, Ortega tuvo un altercado con el presidente costarricense Luis Guillermo Solís, quien como presidente pro témpore de la Celac tomó el micrófono para decirle a Ortega que había procedimientos que respetar, según publicó el diario La Nación.
Ortega respondió a Solís que “la voz de Puerto Rico es la voz de Nicaragua, pido un poco de respeto”. Solís luego se disculpó y aclaró que solo hizo una “observación”.
EL GRAN AVIÓN DE ORTEGA
Ortega llegó a San José con una gran comitiva integrada por familiares y funcionarios de su gobierno, a bordo de un gran avión privado con el logo de Air Panamá parecido al que usó en su anterior visita a Costa Rica en mayo de 2013 por motivo de la asistencia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. En su comitiva destacan su esposa y secretaria del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, sus hijos Rafael y Camila.
La presencia de Ortega fue similar de ruidosa a la de mayo de 2013, por el avión en que llegó, su imagen polémica y los conflictos con Costa Rica. El avión en que viajó tiene capacidad para al menos 70 personas y en ese momento, según consultas de LA PRENSA, el vuelo de Managua a Alajuela, Costa Rica, pudo costar 42,372 dólares ida y regreso.
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