“Es una absoluta aberración e irrespeto a los nicaragüenses y a los hermanos centroamericanos. Una cosa es que lo inviten a hablar (a Rubén Berríos) usando nuestra posición y otra es hablar en nombre de los nicaragüenses”. Eduardo Montealegre, excanciller de Nicaragua.
El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, concluyó anticipadamente la reunión privada de los presidentes que asistieron a la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se realizó el 28 y 29 de enero en ese país, debido a que el presidente inconstitucional de Nicaragua, Daniel Ortega, dejó en representación de su país al dirigente del partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berríos.
Como “la intransigencia de la delegación de Nicaragua fue absoluta” y no quiso retirar a Berríos, “tuve que tomar la decisión de dar por terminado el retiro” privado de los jefes de Estado y de Gobierno, manifestó Solís en una rueda de prensa ofrecida ayer.
Solís y su homólogo de Ecuador, Rafael Correa, quien ayer asumió la presidencia pro témpore de la Celac para 2015, coincidieron en que se hubiera sentado un mal precedente si se permitía que Berríos participara en la reunión privada como delegado de Nicaragua.
“Se ha sentado un precedente nefasto, no podría Estados Unidos en la Cumbre de las Américas ceder el espacio a Inglaterra para hablar de las Malvinas. Con los procedimientos equivocados se marca un precedente negativo”, comentó Correa.
“No hay que confundir nuestro apoyo a Puerto Rico” expresado en las tres cumbres que la Celac ha celebrado entre 2013 y 2015, ya que “una cosa son los objetivos, otra cosa es el procedimiento”, matizó Correa.
Refirió que “muchos países latinoamericanos han dado su apoyo expreso a la causa independentista, nacionalista, de Puerto Rico”, que es un Estado Libre Asociado de los Estados Unidos.
“Queremos mucho a Nicaragua, queremos mucho a Puerto Rico (…), a los independentistas puertorriqueños”, pero con Berríos en la reunión privada de la Celac “se hubiera sentado un precedente nefasto”, insistió Correa.
El presidente de Costa Rica reconoció que en la plenaria del miércoles tuvo una “pequeña polémica” con Ortega porque este le dio la palabra a Berríos.
Solís relató que Ortega abandonó Costa Rica el miércoles por la noche, dejando como presidente de su delegación a Berríos y después como miembro delegado.
Solís señaló que “la presencia del señor Berríos no era procedente” en la reunión privada de la cumbre y hubiera producido “un incidente que generaría peores males” y “generando tensiones indebidas en varias delegaciones” que rechazaban su participación.
PRECEDENTE NEGATIVO
Argumentó que la participación de Berríos “hubiera sido un precedente sumamente negativo para el desarrollo de la Celac porque hubiese permitido que cualquier país, en cualquier momento, pudiese incorporar como miembro de su delegación a cualquier persona, que pudiese generar una situación inmanejable en una cumbre”.
Para el diputado opositor de la Bancada Alianza del Partido Liberal Independiente (Bapli), Eliseo Núñez, Ortega está demostrando una irresponsabilidad enorme y que tiene una intención de “matar” a la Celac, con lo cual comete “un acto incluso de traición a la memoria de (Hugo) Chávez”, debido a que este organismo fue fundado por Chávez como una alternativa a la Organización de Estados Americanos (OEA).
El excanciller y diputado opositor Eduardo Montealegre opinó que se debe sancionar a Ortega por su comportamiento, tal como en Venezuela se castigó a María Corina Machado por ocupar el puesto de Panamá en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
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