En lo que respecta a El Niño, 2014 y 2015 podrían ser los años que dieron inicio a miles de trabajos académicos.
Desde marzo, los pronosticadores han dicho que El Niño estaba en camino. El único problema es que no ha llegado. Puede tratarse del período de El Niño fantasma, una reluciente sirena de patrones meteorológicos por llegar a la que se ha visto en las deslumbrantes aguas del Pacífico ecuatorial.
Si bien El Niño siempre genera investigación, este —o su ausencia— sin duda impulsará aun más. Parte del motivo es que mientras algunos patrones meteorológicos globales reaccionaron como si El Niño estuviera instalado, las principales características del fenómeno nunca se materializaron.
Si hay algo que los científicos odian es no entender por qué pasó algo.
“Algo que se destaca en esta Oscilación del Sur El Niño (ENSO, por la sigla en inglés) es cuánto erraron los modelos en el pronóstico de un gran episodio en 2014”, dijo Matt Rogers, presidente de Commodity Weather Group LLC en Bethesda, Maryland.
Tal era la alarma, que los economistas alertaron de un fuerte impacto en el mercado agrícola. “El Niño, causado por calentamientos periódicos del Pacífico, puede enturbiar los mercados agrícolas en todo el mundo en tanto los agricultores luchan contra la sequía en partes de Asia o el exceso de lluvia en América del Sur. El aceite de palma, el cacao, el café y el azúcar son algunos de los cultivos con mayor riesgo”, según Goldman Sachs Group Inc.
Los meteorólogos, incluidos científicos de Australia, plantearon la posibilidad del desarrollo de un fenómeno de El Niño a principios de este año, antes de atenuar su perspectiva, ya que las condiciones para el evento no se desarrollaron.
“Es probable que se produzca un mayor calentamiento del Océano Pacífico tropical, por lo que también sigue siendo posible que el océano y la atmósfera se acoplen plenamente en las próximas semanas o meses”, dijo la oficina de Australia en la actualización quincenal.
“Si se establece un fenómeno de El Niño, los modelos sugieren que será débil o, como mucho, moderado”, precisó en su momento.[/doap_box][doap_box title=”Cada siete años” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Los fenómenos de El Niño, causados por calentamientos periódicos del Pacífico tropical, ocurren cada dos a siete años y están asociados con años más cálidos que el promedio. El último El Niño ocurrió entre 2009 y 2010, y desde entonces el Pacífico ha estado o bien en su estado más frío, llamado La Niña, o neutral.[/doap_box]
El Niño ocurre cuando la superficie de la zona se calienta por encima de lo normal y hay una correspondiente reacción en la atmósfera que cambia los patrones meteorológicos en todo el mundo. El proceso se llama Oscilación del Sur El Niño o ENSO.
El Pacífico ecuatorial se ha calentado algunas veces en el último año, pero no hubo reacción en el cielo.
Esta semana, la Oficina Australiana de Meteorología dijo que la zona se encuentra ahora en un estado normal y que ha comenzado la época del año en que “los episodios de ENSO declinan de forma natural”.
SE RECOMIENDA PRECAUCIÓN
“El pronóstico, por lo tanto, es difícil y deben tomarse precauciones”, dijo el organismo. “Los modelos internacionales que estudió la oficina indican que es probable que las temperaturas de la superficie del Pacífico tropical permanezcan dentro de márgenes neutras durante por lo menos los tres próximos meses”.
La Oficina Meteorológica de Japón, que difunde actualizaciones sobre el Pacífico, ha dicho que ha habido situaciones del tipo de El Niño en el océano a pesar de que la atmósfera no ha reaccionado. No es tan extraño como puede parecer, dado que las temperaturas de la superficie del mar han rondado temperaturas suficientes para la formación de El Niño.
El calentamiento del océano también ha desencadenado algunos otros patrones que suelen presentarse cuando se forma El Niño. Han muerto algunas aves marinas a lo largo de las costas de América del Norte y Sudamérica, entre ellas alcuelas oscuras, dijo Andrew Farnswoth, un investigador del Laboratorio de Ornitología de la Universidad Cornell.
Murieron de hambre debido a que las aguas más cálidas obligaron a las criaturas de las que se alimentan a abandonar la zona. También ha habido ejemplos de otras especies de aves que se han alejado de sus zonas habituales en busca de alimento, dijo Farnsworth.
Otros indicadores de El Niño se han mostrado ambivalentes. En abril, algunos investigadores pensaron que estaba en camino un episodio fuerte de El Niño, que haría que el mundo tuviera el año más cálido de la historia.
El Niño fuerte no llegó, pero el mundo tuvo de todos modos el año más cálido de la historia, dijeron el mes pasado las oficinas meteorológica y espacial de los Estados Unidos.
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