Médicos, enfermeras y psicólogas del Hospital Nacional de Niños de Costa Rica hicieron el martes 10 de febrero un llamado para detener el maltrato infantil que en las últimas semanas ha tenido un aumento y que han catalogado como una “epidemia”.
“Nosotros desde hace varios años estamos inmersos dentro de lo que llamamos una epidemia de violencia infantil con un aumento muy grande de los casos”, dijo a Acan-Efe la directora del Hospital, Olga Arguedas.
La doctora agregó que las autoridades de salud están “sumamente preocupadas” y lo que buscan es hacer “conciencia” ya que muchas de las agresiones no son denunciadas.
Datos del Hospital Nacional de Niños indican que en el mes de enero del 2015 se reportaron 244 casos de niños que tuvieron que ser atendidos por el Servicio Social del centro médico, mientras que en ese mes del 2014 fue de 95, lo que representa un incremento del 157 %.
“Necesitamos sensibilizar a la población, denunciar y además educar a los padres sobre modelos apropiados y amorosos de crianza a los niños. Cuando estos casos suceden siempre hay un adulto, vecino, maestro o familiar que es testigo y estamos llamando a la acción”, dijo Arguedas.
En la actividad se realizó un minuto de silencio como una forma simbólica para pedir por los niños que son actualmente agredidos y como una manera de divulgar que se debe romper ese silencio, aseveró Arguedas.
Al evento asistió el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Francisco Segura, quien pidió a la ciudadanía denunciar para poder llevar a la cárcel a los agresores.
Las alarmas de las autoridades se encendieron el pasado 4 de febrero, cuando el OIJ dio a conocer una autopsia practicada al cuerpo de un bebé de dos años que reveló que falleció a causa de un fuerte golpe en su estómago y que además sufrió tortura con agujas y abusos sexuales.
La muerte del menor ocurrió el lunes 2 de febrero, en la localidad de Los Chiles, provincia de Alajuela, fronteriza con Nicaragua, donde fueron detenidos su padrastro de apellido Cabalceta, de 40 años, y su madre, una menor de edad de 17 años, ambos de nacionalidad nicaragüense.