A las 5 a.m. del miércoles 11 de febrero fue encontrado muerto sobre una de las tumbas del cementerio del poblado de Quilalí, en el departamento de Nueva Segovia, el ciudadano Juan Alberto Talavera Pérez, de 32 años, originario de la comunidad de Bujona de Caulatú, en el municipio de Quilalí.
El difunto presenta únicamente una herida de dos centímetros en el cráneo y aparentemente le robaron las botas. Juan Alberto Talavera Pérez se desempeñaba como conductor de la familia Roque en el poblado de Quilalí.
Según testigos, Talavera Pérez fue visto por la noche del martes tomándose unos tragos con otras dos personas en el bar ubicado frente al cementerio. El sub comisionado Marvin García Díaz, jefe de la Policía Nacional de Quilalí, aseguró que profundizan en las investigaciones sobre las causas de muerte y presuntos culpables de un homicidio.
También se conoció que algunos vecinos lo conocían como una persona trabajadora y le habrían dicho a Juan Alberto que se fuera a acostar, que dejara de tomar y que tuviera cuidado de los riesgos que estaba adoptando.
Extraoficialmente se conoció que ya hay dos personas detenidas en carácter de investigados.