“La graduación de cadetes fue un acto oficial del Gobierno de Nicaragua, en el cual participa el presidente de la República y los símbolos puestos en ese acto merecen respeto y son símbolos oficiales del Gobierno de Nicaragua”. Inspector general del Ejército, Adolfo Zepeda Martínez.
El inspector general del Ejército de Nicaragua, Adolfo Zepeda Martínez, declaró que la bandera rojinegro del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) es un símbolo oficial del Gobierno de Nicaragua y por eso fue expuesta como tal en la graduación de los cadetes del Ejército.
El general en retiro Hugo Torres expresó que el restablecimiento del antiguo emblema de la Policía de los años ochenta se debe a la consolidación del régimen del presidente inconstitucional Daniel Ortega, superando al dictador Anastasio Somoza.
“Ese es parte del propósito del régimen Ortega-Murillo de descarar la edificación de su gobierno con todas las instituciones del Estado, incluyendo la Policía y el propio Ejército.
Recordemos que en uno de los últimos actos del Ejército estaba puesta junto al pabellón nacional, la bandera del Frente Sandinista”, comentó.
Representantes de organizaciones de Derechos Humanos, como el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), también han cuestionado esta decisión que aleja a la Policía Nacional del profesionalismo con el que actuaba hasta antes del 2007.
[/doap_box][doap_box title=”Policía es “orteguista”” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]El diputado opositor Alberto Lacayo criticó el emblema “Policía Sandinista”, argumentando que este es un abuso más de la imagen del héroe nacional Augusto C. Sandino para los propósitos del presidente inconstitucional Daniel Ortega. “Yo nunca he creído que esta (institución) haya sido alguna vez Policía Nacional, esta ni siquiera es Policía Sandinista, es una Policía orteguista. A como lo fue en su momento la Guardia, en los tiempos de Somoza”, declaró Lacayo.[/doap_box]
Aun así, Zepeda no quiso contestar qué representa la bandera del FSLN para ser usada en un acto oficial del Ejército de Nicaragua. Dijo que no iba a contestar a eso.
En diciembre del año pasado, el mandatario Daniel Ortega —quien se reeligió en el cargo de presidente de Nicaragua violando el artículo 147 de la Constitución Política, que prohibía la reelección consecutiva—, participó en el acto de la XIX graduación de cadetes del Ejército de Nicaragua, realizada en la Comandancia General, donde fueron notables las banderas rojinegro del gobernante FSLN, intercaladas junto a la bandera nacional azul y blanco.
“La graduación de cadetes reciente fue un acto oficial del Gobierno de Nicaragua, en el cual participa el presidente de la República y los símbolos puestos en ese acto merecen respeto, son símbolos oficiales del Gobierno de Nicaragua”, contestó Zepeda cuando se le preguntó sobre la colocación de la bandera del FSLN en el acto oficial de la institución castrense apartidista, según la Constitución Política de Nicaragua.
EJÉRCITO DEBE SER APARTIDISTA Y APOLÍTICO
El artículo 92 de la Constitución Política establece que el Ejército de Nicaragua es una institución nacional, de carácter profesional, apartidista, apolítica, obediente y no deliberante, lo que implica que no se debe exhibir ningún logo o bandera de un partido político.
En este caso, la bandera del FSLN fue instalada en el recinto de la Comandancia General, donde se celebró la graduación de 51 cadetes que fueron ascendidos al grado de teniente.
La Policía Nacional también está en el ojo de los cuestionamientos por el uso de los símbolos y colores del partido gobernante en su investidura oficial. Representantes de diversos sectores de la sociedad se sumaron ayer a las críticas sobre la colocación del emblema utilizado por la Policía Sandinista en la década de los ochenta, en algunos distritos policiales de Managua, como aparece, por ejemplo, en la delegación policial de Ciudad Sandino.
Azahálea Solís, integrante del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), lo consideró como “el puntillazo a la desprofesionalización de la Policía” que, según dijo, las fuerzas públicas en “el contenido y forma deben ser nacional y aquí estamos ante una privatización de una función pública”.
Y “es parte de la estrategia de ellos (del Gobierno) en normalizar los abusos, hacerlos parte de la vida cotidiana”, pues anteriormente ya se ha observado la parcialización con la que actúa la Policía cuando hay una persona allegada al régimen o a la misma institución.
“En todos los lugares está también la bandera del Frente (Sandinista), en la Policía volvieron a hacer del partido y Estado la misma cosa”, señaló por su parte, la enlace nacional de la Red de Mujeres Contra la Violencia, Reyna Rodríguez, quien refirió que a la fecha el Gobierno ha hecho de instituciones como la Policía Nacional “un solo revoltijo”.
Rodríguez manifestó que situaciones como estas no generan ninguna confianza en la población, en especial en las víctimas a las que brindan acompañamiento sobre la respuesta que esperan recibir de las instituciones del Estado, como la Policía Nacional.
“Esto viene a confirmar lo que antes negaban pero ahora descaradamente aceptan poniendo el emblema de la Policía Sandinista, porque en sus corazones y en su actuar es de una Policía partidaria, no de una Policía Nacional”. José Pallais, exdiputado de la Asamblea Nacional.
Al exdiputado José Pallais no le extraña esto, pues recordó que “la politización de la Policía y el sometimiento total a los intereses de Ortega no están dados por el nombre de un emblema, sino que es algo que venía construyéndose y que ya vienen sufriendo las víctimas, porque está marcada por la actuación de esto, que ha demostrado en los últimos años y últimos meses, que no responde a intereses nacionales, sino a intereses de un partido, mejor dicho de una persona”.
La colocación de ese emblema de lo que fue la Policía Sandinista contradice además lo que está en la Constitución Política y en las leyes mismas de la Policía, sostuvo Pallais, quien indicó que con esto el presidente inconstitucional también demuestra “el absoluto desprecio” al principio de legalidad y al Estado de Derecho que debe regir a una república democrática y que demuestra “el totalitarismo”.
Aunque el también político liberal estimó que la preocupación de los nicaragüenses no debe estar cifrada en cuanto al nombre que podrían darle a una institución, en este caso a la Policía Nacional, sino en cuanto al comportamiento y la actitud que desde hace tiempo ya se observa, como es el de una Policía partidaria.
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