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Nicaragua y la reestructuración social

El problema de Nicaragua se origina principalmente en el plano político, pero su dimensión trasciende a este pues deviene una situación que concierne a la sociedad como un todo.

El problema de Nicaragua se origina principalmente en el plano político, pero su dimensión trasciende a este pues deviene una situación que concierne a la sociedad como un todo.

Si revisamos, aunque sea en forma sucinta, los hechos más relevantes en el momento actual, percibimos claramente que sus efectos trascienden hacia el conjunto de la población y afectan la estructura misma de la organización social.

Desde el punto de vista de las actuaciones del Gobierno y de algunos órganos del Estado, resaltan temas como el Canal Interoceánico, las protestas y manifestaciones en contra del mismo de parte de los campesinos que ven severamente amenazado el derecho de propiedad sobre sus tierras; las reacciones en relación al comportamiento del Presidente en la reunión de la Celac en San José de Costa Rica, particularmente por el hecho de haber delegado en un ciudadano de Puerto Rico, la representación del país para la reunión privada que concierne exclusivamente a los Jefes de Estado, ocasionando la suspensión de la misma, generando una tensión visible entre los asistentes a la reunión.

Siempre desde el punto de vista gubernamental podrían señalarse sus actuaciones en el caso de la tarifa de la energía eléctrica, en un momento de baja del precio del petróleo, sin que exista una explicación razonable de la situación. Si a esto agregamos la decisión del Consejo Supremo Electoral de exigir la aprobación del sexto grado de primaria como requisito para extender la cédula de identidad, en violación de los derechos más elementales de la persona, sin que se produzca en ninguna de las situaciones mencionadas una adecuada justificación, fácilmente se evidencia el menosprecio a la ciudadanía y a las obligaciones del poder de justificar o al menos explicar sus decisiones.

Esa misma falta de información apropiada y de consideración a la ciudadanía, ha creado una situación de incertidumbre en un hecho de suma gravedad, como es el de las muertes ocurridas en Pantasma a consecuencia de la explosión de una bomba colocada en una mochila y activada a distancia.

Desde el punto de vista de la oposición se observa sin mucho esfuerzo, no solo la falta de unidad y coherencia ante las situaciones puntuales, sino, lo que es aún más delicado, la ausencia de un proyecto estratégico que sirva de marco y de guía a su acción política, y que sea al mismo tiempo una propuesta a la sociedad en su conjunto.

Las organizaciones de la sociedad civil también evidencian cierta ausencia de una estrategia coherente y una disminución de su presencia nacional como la que se logró alcanzar a raíz de la creación del movimiento Unidad por la República, como organismo coordinador de los diferentes grupos y organizaciones de la sociedad civil.

Por su parte, el sector privado ha establecido una comunicación más sistemática con el gobierno, lo que en sí mismo no es criticable, pero que en el conjunto del mapa social, político y económico del país, denota la separación de la base social, por una parte, y una cierta tendencia corporativa por la otra.

Si nos representamos geométricamente a la sociedad nicaragüense como una pirámide, el primer signo que observamos es el progresivo distanciamiento que se da entre el vértice que forman los sectores gubernamentales, políticos, y en general de poder, y el resto de la pirámide compuesto por los otros sectores de la sociedad.

En la cúpula política se vive la experiencia de problemas que, en buena parte, conciernen a la lucha por el poder, pero que en muchos casos resultan indiferentes para la mayoría de la población agobiada por el desempleo, el hambre y la falta de servicios básicos como la salud, la educación, entre otros.

En el cuerpo de la pirámide, en lo que se denomina sociedad civil, se produce también un fenómeno de disociación entre algunas de las organizaciones que en conjunto forman el tejido social. Esta separación no solamente se manifiesta a través de un distanciamiento, sino que es consecuencia, en cierta forma, de la pérdida de un sentido de pertenencia a un todo unitario en el que convergen las diversidades de cada uno de los componentes. Ese común denominador que falta y en el que deben coexistir las diferencias, es lo que hace posible la existencia verdadera de la sociedad.

El debilitamiento del cuerpo social en nuestro país, se evidencia a partir de tres manifestaciones principales: la fragmentación, la poca comunicación y la falta de participación suficiente de la sociedad civil en la búsqueda de soluciones a los severos problemas que padecemos.

De alguna manera, los intereses personales o de grupo en sus diferentes expresiones políticas, económicas y aún sociales, se han situado por encima del interés colectivo de la sociedad y constituyen algunos de los componentes que han contribuido a acentuar la fragmentación y la crisis en nuestro país.

Se requiere de un esfuerzo conjunto para superar esta situación que no depende exclusivamente de los actores políticos, pues todos, en mayor o menor grado, somos responsable de ella. El autoritarismo, la intolerancia y el caudillismo han sido vicios históricos que se han asentado sobre una sociedad fragmentada. Creo que solo un acuerdo integral y estratégico de gobernabilidad democrática, puede permitirnos dar un salto cualitativo que nos lleve a consolidar la democracia y la paz.

Es imprescindible un acuerdo integral sobre la democracia, el rechazo indubitable al caudillismo, la autocracia, la concentración del poder y la permanencia indefinida en el mismo, el rechazo a la violencia y la reafirmación de una cultura de paz, y la consolidación de una política estratégica en lo económico y social y en lo que corresponde al establecimiento del Estado de Derecho y reafirmación de la institucionalidad. Un proyecto capaz de motivar la participación de los nicaragüenses, hoy desconfiados y escépticos por más de una razón explicable, en la construcción del presente y futuro de Nicaragua.

Es necesario propiciar una actitud que permita iniciar la reconstrucción integral del país que exige de todos la identificación de valores que dé sentido a nuestra existencia histórica como sociedad. Debemos ser capaces de encontrar un plano de coincidencias mínimas, aún y cuando nuestras diferencias existan, o quizás, precisamente por eso. El hecho de ser diferentes y de pensar distinto, no es una justificación para que moralmente nos destruyamos todos los días.
Hace algunas décadas llamamos a este esfuerzo La Nicaragua Posible. No faltó, no sin cierta razón, quien dijera que esto era una utopía. Nosotros reafirmamos nuestra idea en lo que llamamos La Utopía Posible, expresando, y lo recuerdo de nuevo, que en la raíz de todo objetivo realizado hay siempre un sueño, y en el origen de toda lucha una utopía. Y si bien es cierto que la utopía es el lugar que no existe, convendría recordar que si no existe es porque aún no se ha construido.

El autor es jurista y filósofo nicaragüense.

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COMENTARIOS

  1. Hace 9 años

    Muy bien planteado su articulo Sr. Serrano!…Ud. siempre le pega al angulo
    pyramidal por los entornos mas logicos, que su capacidad como filosofo le
    permite visualizar nuestros problemas sociales, desde la cuspide real donde
    se apoya su vertice de conciencia plural. Pero aun cuando las ideas que
    mistifican nuestro sondeo pyramidal, permanezcan sectaristas por la gran
    diferencia abismal q’ se vislumbra en el panorama nacional; nuestras
    soluciones solo se cumplen despertando con todo vigor

  2. Raul Oporta
    Hace 9 años

    Exelente analisis Dr. Serrano, bien lo dijo nuestro poeta Ruben Dario,”si pequeña es la patria,uno grande la sueña”. Que bueno que tenemos pensadores como usted, que nos exponen de forma clara, los males que nos aquejan en nuestro entorno social y al mismo tiempo nos recomienda que deberiamos hacer, Igual soy un fiel creyente que podremos mas temprano que tarde encontrar el camino que nos enrumbe nuevamente por ese sendero hacia la democracia y la consolidacion de una autentica Republica.

  3. Hace 9 años

    La sociedad civil que nadie conoce es un invento de la CIA y pagados por el departamento de estado en Washington para ser usados como una cuarta columna o fuerza de choque y crear descontento en el pais. Todo esto es ilgal e intervencionista. El porque no florecen es porque la mayoria de la gente respaldan al gobierno y no ponen ninguna atencion a grupos reaccionarios pagados por potencias extranjeras y enemigas de Nicaragua.

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