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Flotas de transporte y distribución

En la gestión de seguridad operacional de estas empresas, ha sido significativa la evidencia que la mayoría de ellas, se rige por prácticas de trabajo verbales con muy pocos procedimientos formales establecidos.

En la gestión de seguridad operacional de estas empresas, ha sido significativa la evidencia que la mayoría de ellas, se rige por prácticas de trabajo verbales con muy pocos procedimientos formales establecidos.

La profesionalización de estos negocios no depende de su tamaño o del nivel de educación de sus propietarios, sino de la voluntad que estos tengan para lograr que las prácticas actuales sean convertidas en procedimientos documentados, previa verificación de la corrección de los mismos, desde el punto de vista operacional y de seguridad.

El desarrollo de una declaración de misión y visión, aunque pueda ser considerado superfluo, es supremamente importante como un mecanismo de cohesión organizacional y de orientación hacia el cumplimiento de los objetivos.

Cuando no se tiene una declaración de misión, del propósito que realiza nuestra organización de transporte, se dejan amplios espacios a la interpretación “creativa” sobre cuál pueda ser el comportamiento correcto o incorrecto, el cual dependerá de las prioridades del momento. Al incorporar estos principios como guías para la acción, se puede prevenir la adopción de conductas riesgosas que pongan en peligro dicha Misión.

Otro aspecto altamente recomendable para desarrollar es un manual del operador de vehículo pesado o de distribución, en donde estén contenidos los lineamientos fundamentales de trabajo; primeramente, las políticas que deban cumplirse en forma ineludible, así como los deberes y responsabilidades específicas de los operadores, especialmente aquellas cuyo incumplimiento tenga tolerancia cero.

El manual del operador debe ser propio de cada empresa, no debiendo ser copiado o adaptado de otras organizaciones y geografías, puesto que solamente abonará a la incomprensión y al no cumplimiento. Conozco más de una empresa la cual ha “adoptado” —sin adaptar— manuales operacionales de otra compañía, y cuyos resultados netos han sido cero, puesto que no se tiene ninguna identidad propia o participación del mismo personal en su desarrollo, por un principio de lo que se conoce como “Justicia Procedimental”, en donde si el personal no participa en la definición de los procedimientos y mediciones del propio trabajo que realizan, se hará difícil la identificación con esos estándares y su correcto cumplimiento.

Dicho manual deberá contener también aquellos aspectos formativos sobre cuáles acciones deben realizarse en situaciones específicas —tanto desde el punto de vista de manejo defensivo como de gestión operacional— ya que si se piensa que “el sentido común” es una guía clara para la acción en estos casos, verá usted que será mejor concretar detalladamente lo que deba realizarse, ya que lo que no está escrito, simplemente no puede ser exigible en este contexto; es decir, no sirve para crear y fortalecer continuamente la necesaria disciplina operacional.

Es también útil que se pueda mantener registros de cada conductor para medir las calificaciones anuales de cada uno, es decir, su evaluación de desempeño, ya que así se creará un ranking positivo de seguridad que estimulará a otros por igualarlo.

Esta calificación estaría basada en el cumplimiento de conductas operacionales seguras y de recorridos sin percances, lo cual brindará reforzamiento positivo continuo, y no de aquellas acciones en donde la medición se hace por deméritos, o por lo que yo le denomino, la “ridiculización del error”.

Otro aspecto a incluir debe ser las pautas de la “conducción técnica”, la cual está definida como la gestión adecuada de marchas y de otros componentes del vehículo que permiten la reducción o ahorro de combustible; factor que en el benchmarking de empresas de transporte a nivel mundial, puede ser hasta de un 15 por ciento de los costos de carburante, sin contar con otras prácticas que pueden alargar notoriamente la vida útil de sus equipos.

(*)Consultor en Seguridad Industrial. www.noalosaccidentes.wordpress.com

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