Todavía no olvidan el momento sublime: la proclamación de reyes absolutos. En el ring sintieron el abrazo de las seiscientas personas que los cobijaban. Los campeones mundiales nicaragüenses estaban congelados por la emotividad que surgió producto de la presentación de un vídeo en homenaje hacia ellos, quienes callaron y solo sus ojos reflejaban la añoranza del pasado.
Lo que con el tiempo se había olvidado en las mentes modernas sobre Luis Pérez, Eddy Gazo, Juan Palacios, Eduardo Márquez y Rosendo Álvarez, campeones mundiales asistentes al evento en Keiser University, la historia los mantiene con sus huellas latentes. “Estoy orgulloso por esto que no me lo esperaba, sin embargo sé que todos los merecemos porque allá arriba en el cuadrilátero entregamos todo por Nicaragua”, indicó Gazo.
PERDIÓ EL INVICTO
El joven de 20 años Jairo Rodríguez, tras casi dos años de no pelear producto del trabajo y educación superior, perdió la continuidad que se esperaba. Rodríguez no solo careció de condiciones físicas al necesitar oxígeno desde el segundo asalto, sino que sus golpes no fueron efectivos ni buscó soluciones al combate complicado que planteó el originario de Yalí, Misael Zeledón, quien ganó en una decisión mayoritaria.
Zeledón fue siempre el mismo, no cambió. Sucio para pelear, con la cabeza al frente en busca de cabezazos, con los codos arriba para un encontronazo y con las manos abiertas para amarrar después de tirar su potente recto que Rodríguez no pudo resolver. Al final no hubo discusión en el fallo, pero sí en el espectáculo.
Por otro lado, la gala de boxeo de la noche fue en el combate de exhibición entre Carlos “Chocorroncito” Buitrago y Félix “El Gemelo” Alvarado. Una pelea de alto nivel y de combinaciones alucinante. Sin contemplaciones, ambos se mostraron pletóricos.