El presidente Nicolás Maduro anunció una serie de medidas para limitar la presencia de funcionarios estadounidenses en territorio venezolano y la adopción de un sistema de visado obligatorio para ejercer mayor control sobre los ciudadanos de Estados Unidos en el país sudamericano.
Maduro acusó además a Estados Unidos de interferir en los asuntos internos de Venezuela y promover un golpe de Estado en su contra.
“Lo he pensado bien y vamos por partes. En primer lugar le he ordenado a la cancillería… que proceda de inmediato, de acuerdo a la Convención de Viena, a revisar… limitar el número de funcionarios que hay en la embajada de Venezuela”, dijo Maduro en cadena de radio y televisión al acusar a sectores opositores de ser unos “conspiradores” y “golpistas” promovidos por Estados Unidos.
“Ellos tienen 100 funcionarios, nosotros tenemos 17… Primera medida de inmediato”, indicó al invocar reciprocidad y sin ofrecer más detalles.Maduro acusa con frecuencia a gobiernos extranjeros de conspiraciones, intentos de golpe de Estado y planes de asesinato, en particular a Estados Unidos.
Lea también
- Antichavistas firman “Acuerdo para Transición”
- Maduro cancela visita a Uruguay por situación en Venezuela
- Venezuela: Protestan por muerte de menor baleado por policía
“En los últimos días, hemos capturado algunos estadounidenses… en actividades encubiertas… espionaje… tratando de captar gente. En el (estado occidental de) Táchira capturamos a un piloto de aviones estadounidense, de origen latino, con documentaciones de todo tipo”, indicó Maduro sin dar nombres u otros detalles.
El mandatario venezolano acotó que todo estadounidense “que quiera venir de turismo, actividades económicas” y a jugar béisbol en la liga invernal “será bienvenido”, pero tras el trámite de una visa. Adelantó que el trámite será cobrado en dólares y con el “mismo precio que le cobran aquí a los venezolanos en la embajada de los Estados Unidos”.
Entre otras medidas adoptadas por su gobierno, destaca la orden para que se “proceda de inmediato notificar a todos los funcionarios (de la Embajada estadounidense en Caracas) que deben regirse” por leyes internacionales y locales que contemplen que toda “reunión que vayan a hacer en Venezuela debe ser notificada y autorizada previamente por el gobierno de Venezuela”.
Los dos países no intercambian embajadores desde 2010.Washington ha calificado como risibles tales acusaciones y considera “deplorable” que el gobernante venezolano acuse reiteradamente de conspiración a Estados Unidos para desviar la atención de los problemas que lo aquejan.
El descontento crece en la población en momentos que Venezuela se encuentra sumida en una profunda crisis económica por una desbordada inflación que en 2014 cerró en 68,5%, severos problemas de desabastecimiento y una recesión que podría agravarse este año por el descenso de los precios del petróleo, la principal fuente de ingresos del país.
Nuevas fricciones surgieron entre los gobiernos de Venezuela y Estados Unidos luego de la implementación de una ley firmada en diciembre por el presidente Barack Obama que ordenó suspender visas y congelar bienes en Estados Unidos a funcionarios venezolanos acusados de violar derechos humanos durante las protestas callejeras que dejaron 43 muertes en la nación sudamericana en 2014.
El Departamento de Estado ha suspendido hasta ahora las visas a 56 funcionarios de Venezuela y sus parientes directos, pero aún no ha aplicado la confiscación de bienes.
Con relación a la suspensión de visas a funcionarios venezolanos, Maduro anunció que “en uso de las atribuciones que me dan la ley… he decidido… prohibición (de ingreso al país) a un conjunto de jefes políticos de Estados Unidos que han violado derechos humanos, bombardeando los pueblos como los de Irak y Libia entre otros países”.
Maduro señaló que lo que llamó la lista de prohibición es de carácter antiterrorista y “será encabezada por George W. Bush, Dick Cheney, George Tenet (ex director de la CIA)… y por los congresistas Bob Menéndez, Marco Rubio… la loba Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart”.