Aunque diputados y funcionarios opositores coinciden en definirse como pragmáticos —ninguno como sinvergüenza—, también hay quienes dicen ser una combinación entre “principista” y “pragmático”, de acuerdo con los tres tipos de políticos opositores que describió el editor de LA PRENSA, Luis Sánchez, en la conmemoración del 25 aniversario del triunfo electoral de Violeta Barrios de Chamorro.
Sánchez dijo que él es “una persona sin interés político, ni partidista, ni de cargo público”, pero cree que “no se debe dejar vacío ni un solo espacio desde donde se pueda luchar (…)”.[/doap_box]
“Yo sostengo muchos principios, pero al final sé que hay que ser pragmático para ponerlos en práctica”, manifiesta el diputado opositor de la Bancada Alianza del Partido Liberal Independiente (Bapli), Eliseo Núñez Morales.
Núñez defiende su posición explicando que “la realidad objetiva solo se cambia desde el poder y no se puede cambiar sin que llegues a él”.
El diputado opositor, también de la Bapli, Alberto Lacayo, coincide con Núñez Morales. Lacayo se considera entre principista y pragmático.
“DE NADA SIRVE SER PRAGMÁTICO SIN VALORES”
“De nada sirve un pragmatismo sin valores, ni principios. Se puede ser pragmático, pero con principios, con valores, con la persistencia de seguir apegado a eso pase lo que pase y con cierto grado de pragmatismo, porque hay que estar claro que no hay que dejarle libre los espacios a esos sinvergüenzas (sandinistas)”, declaró el diputado Lacayo.
Otros, como la diputada María Eugenia Sequeira y el concejal del PLI en Managua, Alfredo Gutiérrez, se declaran solo pragmáticos.
“Yo soy una persona pragmática, porque los principistas no van a hacer nada al final, más bien le van a ayudar al Frente Sandinista (FSLN) a ganar limpiamente las elecciones”, indicó Sequeira.