Las estadísticas oficiales revelan que las finanzas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) van en acelerado deterioro, a pesar de que desde hace un año se implementa una reforma que prometía salvar a la institución.
Según publicó ayer el Banco Central de Nicaragua, el déficit del INSS en 2014 fue de 886.9 millones de córdobas, 4.6 veces superior al de 2013, cuando fueron 192.1 millones.
La razón, según el desglose estadístico, es que los egresos superaron a los ingresos por primera vez en los 13 años que reporta el BCN, dejando una brecha de 158.5 millones de córdobas, a los que se suman los 731.2 millones de córdobas destinados a la adquisición de activos no financieros. Esto acumula un faltante de 889.7 millones de córdobas, a los que hay que restarle 2.8 millones de córdobas reportados como “donaciones”, para un déficit de efectivo por 886.9 millones.
Sin embargo, el presidente de la organización, José Adán Aguerri, expresó que están analizando las estadísticas financieras del INSS y que hasta después del 12 de marzo se referirán al tema. [/doap_box]
Los ingresos reportados en 2014 fueron por 16,235.5 millones de córdobas, que pese al considerable incremento en diciembre (más de 400 millones), fueron inferiores a los 16,394 millones de córdobas en egresos.
REFORMA NO CUMPLE el OBJETIVO
Lo curioso de este hueco financiero en 2014 es que se dio justo el año en que empezó a ejecutarse una reforma que prometía extender hasta 2031 el año en que el balance entre ingresos y gastos se volvería negativo.
Según se amenazaba cuando se discutía la reforma, si no se realizaban cambios urgentes en el sistema de seguridad social, en 2014 el balance financiero sería negativo, lo cual ocurrió aún con la reforma.
La reforma “salvadora” hizo cinco cambios: 1. cambió el método de ajuste de las pensiones mínimas, antes se hacía según el ritmo de crecimiento del salario mínimo y ahora conforme al salario promedio nacional, que crece a mucha menor velocidad; 2. Ajustó la fórmula de las nuevas pensiones, de modo que los trabajadores tuvieran que cotizar por más tiempo para lograr una mejor pensión; 3. Se aumenta en tres puntos porcentuales la contribución de los empleadores, pasando de 16 a 19 por ciento, en 2014 se aumentó un punto porcentual y en 2017 llegará a 19 por ciento; 4. Se aumentó el salario máximo cotizable de 37,518 a 54,964 córdobas en 2014, y se irá ajustando hasta alcanzar en 2017 los 79,832 córdobas; y 5. El Estado pagará la deuda por 500 millones de dólares que tiene con el INSS, en cuotas anuales de 250 millones de córdobas (unos nueve millones de dólares).
Ayer se consultó al asesor económico de la Presidencia, Bayardo Arce, pero dijo desconocer los números, por lo que no podía opinar.
DÉFICIT “ES MAYOR”
El economista Adolfo Acevedo, quien ha dado seguimiento cercano a las finanzas del INSS, cuestionó la tardanza con que fueron publicadas las cifras, pues se había anunciado que se darían a conocer a inicios de la semana, y además señaló que según sus estimaciones el déficit es mucho mayor: supera los 1,300 millones de córdobas.
“Es importante indicar que sin el aumento acrobático de los ingresos del treinta por ciento en diciembre 2014 por 406 millones, sin el recorte de última hora en la compra de bienes y servicios por 48 millones de córdobas ocurrido en diciembre y sin la contracción de 24 millones de córdobas en la inversión en activos no financieros, nos encontraríamos con la existencia de un déficit efectivo subyacente de 1,363 millones de córdobas”, señaló Acevedo.
El economista lamenta que el problema de fondo del INSS va vinculado con la estructura de la economía de Nicaragua, que “genera, fundamentalmente, empleos informales, de bajísima productividad, que corresponden al esfuerzo de sobrevivencia de las familias nicaragüenses, de manera que la cobertura del INSS es necesariamente muy baja”, según expresó por vía electrónica.
A su criterio, para asegurar la viabilidad a largo plazo de INSS, se tendrían que “hacer esfuerzos verdaderamente sobrehumanos”, que debieron iniciarse hace al menos dos décadas, y que incluye diversificar la economía, mejorar la calidad del empleo y los ingresos que se generan. “Si esto no se resuelve, no solo el INSS, sino el país, están condenados a la inviabilidad”, advirtió.
“Yo no quisiera atreverme a pensar, como sugirió un amigo, que durante la semana en que se estuvo retrasando la publicación de este dato, hubo contabilidad creativa, o maquillaje de las cifras, como sugirió otro amigo, con el propósito de reducir el déficit de -C$1,300 millones a ‘solo’ -C$887 millones”. Adolfo Acevedo, economista.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 A ,3 A
