Aprender a vestirse, lavarse bien los dientes o arreglar la cama son tareas que forman parte de las enseñanzas de los jóvenes de la Unidad de Terapia Ocupacional (UTO), del Instituto Médico Pedagógico Los Pipitos.
De martes a viernes, durante todo el día, los más de doscientos alumnos que integran esta unidad, tratan de sacar provecho a sus habilidades.
No importa que uno tenga síndrome de Down y otros autismo o problemas auditivos, ellos se ven como una gran familia donde la igualdad y la diversión se unen en un mismo pensamiento.
Para que entendás mejor de qué se trata la UTO, Aquí Entre Nos te explicamos. Esta área está compuesta por tres técnicos (psicólogos), que ayudan a jóvenes con cualquier discapacidad a valerse por ellos mismos.
Lo mejor de todo esto es que luego de pasar por tres diferentes fases (desarrollando habilidades, bisutería y pintura, y prelaboral), el joven ya está listo para entrar al mundo laboral. ¿Qué tal?
Pero no solo eso. Estos chavalos también sacan su talento para la danza, manualidades, aseo y cocina, entre otros.
Un gran ejemplo de ello es Carlos Bustamante Argüello, quien a pesar de tener síndrome de Williams, este chico se ha robado las cámaras de la Ruta Teletón 2015.
¿Cómo así? Carlos ha deleitado al público con sus destrezas para el baile. “Me siento alegre de estar aquí (en UTO), he aprendido a pintar y a bailar”, comenta.
Asimismo, la UTO cuenta con excelentes artistas plásticos y con un grupo de danza que los representa en las distintas actividades que realizan o a las que son invitados.
Eso sí, todos los que pertenecen a la unidad tienen ingenio inigualable.
TALENTO ESCONDIDO
Dentro de tanto orgullo nicaragüense no se podía escapar Carla Hurtado Vega, de 23 años, y diagnosticada síndrome de Down Mosaico.
Esta chica ha llegado a la última fase de UTO, el prelaboral. Con una actitud positiva y con ganas de demostrar al mundo que ella sí puede, dice que está lista para su primer empleo.
“He madurado mucho y agradezco a Los Pipitos y a mi familia por ayudarme a salir adelante y a ser independiente”, comenta Carla.
Aunque se muestra un poco ansiosa por su nueva experiencia laboral, confía en ella misma y en su preparación.
“Le doy ánimos a los demás jóvenes que luchen por lo que quieren. Que sean creativos, responsables y que lo más difícil es lo que vale la pena”, aconsejó Carla.
TODOS POR IGUAL
Anaricia González, técnica de UTO, explica que la función de los técnicos es ayudar a las personas con discapacidad a ser “independientes, activos y productivos para la sociedad”.
Todos se ven como una familia. “Aconsejamos a los jóvenes. Ellos están en un período difícil de enamoramiento o cualquier otra etapa, y es necesario ayudarles”, puntualiza González.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 B