Causa preocupación y frustración entre algunos abogados el ejercicio del derecho en un país donde el sistema jurídico solo es aplicado por afinidad partidaria, por amiguismo, por órdenes políticas o por dinero, lo que lleva a pensar que el Estado de Derecho en Nicaragua “es una ficción total”, afirma el abogado y exdiputado José Pallais Arana.
“Definitivamente la gran mayoría de los abogados honestos, que aman su profesión, están frustrados, porque no hay cosa más frustrante que comparecer a un juzgado a pedir justicia y darse cuenta que no existe la justicia, que no se aplica la ley, que les importa muy poco lo que diga la ley, porque el Estado de Derecho es una ficción total”, manifestó el exdiputado liberal.
Pallais señala que la nueva generación de abogados tiene que estar clara de que el control político y la corrupción institucional afectan la justicia. “Lo que van a aprender (los estudiantes de la carrera de Derecho) está lejos de la realidad, que si realmente aman su profesión, aman una república en la que prevalezca el Estado de Derecho, no basta con estudiarlo, tienen que estar dispuestos a exigir regrese la legalidad al país, regrese el respeto a la ley, porque de muy poco les va a servir su aprendizaje, porque no van a poder ejercer el derecho”, expresó Pallais.
“QUEMEMOS EL TÍTULO”
La abogada y presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez de Escorcia, recuerda cuando hace más de diez años tuvo la intención de quemar su título de abogada frente a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), como una forma de rechazo a la sentencia que condenó a prisión al comandante de la revolución, Henry Ruiz, y le quitó la Fundación Augusto César Sandino (FACS), por falsificación de documentos públicos de esa organización, lo cual demostraron que era falso.
“La realidad nos viene demostrando que el derecho por sí solo no es suficiente para lograr la justicia, que se necesita efectivamente tener un sistema de administración de justicia que respete la Constitución (Política) y que respete las leyes, porque si no entonces ocurre una gran frustración”, sostiene Núñez.
“Hay una contradicción que se da a veces entre la ley y los principios que deben orientarla, los principios para los cuales debe ser hecha más la aplicación”, manifestó Núñez, quien asegura que ama su profesión, pero afirma que “en muchos momentos me he arrepentido de ser abogada”.
“NO HAY QUE SENTIR VERGÜENZA”
El abogado y jurista Oscar Castillo manifiesta que “los profesionales del Derecho no debemos sentir vergüenza ajena por lo débil que parezca el sistema de Justicia y el Estado de Derecho”.
Castillo considera que las futuras generaciones se deben de comprometer para que desde la ciencia jurídica y la formación de jóvenes profesionales, “incidir en construir valores éticos jurídicos de respeto y promoción de la constitucionalidad”.
La abogada y docente, Ana Margarita Vijil, cree que tanto docentes como estudiantes comparten el dilema de aprender los principios del derecho bajo la realidad jurídica de un país como Nicaragua, donde la legislación está siendo modificada a la medida de los intereses de un gobernante y asegura que esto no tiene nada que ver con los fundamentos del derecho y la democracia.
Vijil dice que el gran reto es lograr un contrato social para cambiar este sistema y regresar al camino de la democracia.
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