Son más de diez años los que vecinos de la Iglesia de Dios de la Profecía, localizada de Plaza El Laurel una cuadra al este, en el barrio Hermanos Zamora, de Ocotal, tienen de estar demandando tanto del pastor Felipe Clemente Herrera como de las autoridades locales que respeten el derecho de todo ciudadano a la tranquilidad.
Según pobladores cercanos al sitio, todos los días, a cualquier hora, pero sobre todo por las noches, los decibeles utilizados en el lugar en mención superan los 85 (el límite superior deseable es setenta ). Eso lo saben por un sonómetro que tienen. Los vecinos han recurrido a los medios de comunicación en su desesperado intento para que los líderes religiosos acaten la ley y respeten el derecho a la paz.
Juan Gómez y Edith Matute, vecinos de la Iglesia de Dios de la Profecía en Ocotal, expresan que en el vecindario hay personas enfermas, ancianos, niños y gente que trabaja en el día para regresar a su vivienda en busca de un ambiente tranquilo, pero al contrario prefieren salir huyendo por el bullicio.
LEY DEBE SER PAREJA
Por su parte, Daniel Colindres, presidente del comité pastoral en Ocotal y representante de la iglesia Sendero de Vida, señaló que han orientado a las congregaciones de jóvenes y ante los Ministerios de Alabanzas que regulen el sonido de sus parlantes.
“Creo que se ha avanzado, pero creo que la Ley debe ser pareja y aplicarse a todos por igual”, refiriéndose a los parlantes a alto volumen que instalan casas comerciales en el centro de la ciudad y el bullicio generado en las fiestas patronales.
Recalcó Colindres que el pastor Felipe Clemente, quien personalmente ha estado en las reuniones con las autoridades, ha asegurado que ha bajado el volumen de sus aparatos, pero es importante que el Marena mida los decibeles con un sonómetro.
LA PRENSA trató de localizar al pastor Felipe Clemente pero no fue posible ubicarlo.
HAN TOCADO MUCHAS PUERTAS
Los denunciantes aseguran que han tocado puertas en el Marena, el Minsa, la Alcaldía, la Policía, líderes políticos, pero “las cosas aquí siguen igual y más bien las autoridades han caído en desacato, pero además ya no sabemos a quién pedirle que intervenga en el asunto”, dijo Juan Gómez.
El comisionado Pablo Ardón, jefe de la Secretaría Ejecutiva de la Policía en Nueva Segovia, informó que recientemente se conformó una comisión que se encargaría de la regulación y control de los sitios que están provocando contaminación acústica y están trabajando en ello.
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