El vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz, dijo hoy que el Gobierno “no tiene ningún espacio de discusión para tregua” o “negociaciones” con las pandillas, en respuesta a un comunicado de supuestos voceros de las mismas en el que anuncian un “debate” para reducir la violencia.
“En el marco de este comunicado, El Salvador no tiene ningún espacio de discusión para tregua, (…) la actividad criminal la vamos a seguir reprimiendo, la vamos a seguir persiguiendo, la vamos a golpear”, dijo Ortiz en una entrevista al Canal 12 de la televisión local.
Agregó que “no puede haber tregua con los criminales” que están “poniendo en peligro la vida de nuestros niños, de nuestros jóvenes”.
Ortiz también destacó que “el llamado que hemos venido haciendo es que se depongan” las “amenazas, chantajes y de querer arrodillar al Estado ante una ola de acciones represivas, criminales, de venganza, que tratan de intimidar a nuestra policía, jueces, fiscales”.
“Esta batalla la vamos a ganar, no va a ser fácil” porque “tenemos un problema instalado en los últimos 15 años” pero “hemos puesto en marcha una estrategia integral para revertir los factores de violencia”, expuso el vicemandatario.
El comunicado atribuido a “voceros nacionales” de las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18, Mao-Mao y Mirada Locos 13 dice que “están girando instrucciones de acuartelamiento a nuestras unidades, de almacenamiento de hierros (armas) y pertrechos (…) tanto adentro de las prisiones como fuera de ellas”.
Agrega que cesarán “desde ya todo tipo de ataques” contra “policías, soldados, militares, custodios, funcionarios públicos, jueces y políticos”.
En 2012, las pandillas salvadoreñas iniciaron una tregua que disminuyó los homicidios diarios de 12 a 5 y a cuya ruptura las autoridades de Seguridad del país atribuyen el incremento de un 57 por ciento de los homicidios en 2014.