En remate
No sé ustedes, pero de un tiempo para acá, yo siento que Nicaragua está en venta al mejor postor. Primero fue con Venezuela. ¿Qué no estaba dispuesto a hacer Daniel Ortega de lo que Chávez pidiera? Si Estado de Venezuela le han pedido que fuéramos, Estado de Venezuela seríamos ahora. Por suerte no se les ocurrió. Luego apareció Wang Jing. Compró a precio de remate. Llévesela, llévesela ahorita, haga con ella lo que quiera y pague después. Y eso si quiere y puede. Y si no le sirve, puede regresar el producto en el estado que sea, y se le devuelve el dinero. Y no hemos terminado de salir de lo que parece el peor negocio que país alguno pueda hacer cuando ya estamos entregándole todos los cachivaches a los rusos.
Ganar y perder
¿Qué necesidad tiene Nicaragua de enredarse en las patas de los caballos? Primero fue una base militar rusa en nuestro territorio, luego los aviones MiG 29 y ahora el derecho a usar nuestro espacio para instalar un satélite… Y lo peor de todo es que los más ganosos a que nos usen somos nosotros como país. Los rusos están ahí como haciéndose de rogar. ¿Qué ganamos y qué perdemos en todo esto?
Coartada
El cuento es luchar contra el crimen organizado. Combatir el narcotráfico. Pero ahí es donde no cuadran las cuentas. En primer lugar, ¿por qué estaría Rusia interesada en detener el flujo de droga que pasa por el territorio nicaragüense rumbo a… Estados Unidos? Segundo, los expertos coinciden que poco pueden ayudar los rusos en este tema del que poco saben. Tercero, y tal vez el punto anterior explica el siguiente, desde que Rusia comenzó a “colaborar” en vez de subir han bajado drásticamente las incautaciones de drogas en el país. Y no vayan a salir con que el narcotráfico decidió evitar Nicaragua, pues la droga sigue llegando en cantidades iguales o superiores a Estados Unidos y la misma jefa policial, comisionada Aminta Granera, reconoció anoche que el noventa por ciento de la droga que llega a Estados Unidos, pasa por Centroamérica. ¿Acaso se saltan Nicaragua?
¡El avión!
Y es con el combate a las drogas que también justifica la insistencia de Nicaragua de comprarse unos ocho aviones MiG 29. No tiene pies ni cabeza. ¿Qué sentido tiene gastar 230 millones de dólares en la compra de este armamento para detener la droga? Eso es como que un finquero pobre decida endeudarse para comprar ametralladoras y morteros para combatir a los robamangos que entran a su propiedad. Es matar moscas a balazos. Si la intención fuese combatir el narcotráfico y en el supuesto de que nos estuviese sobrando ese dinero, pues lo sensato sería invertirlo en otro tipo de equipo mucho más efectivo y barato para esos fines y no en aviones caza, de guerra.
El detalle
Entonces, ante la ausencia de explicaciones verosímiles, como sucede siempre por acá, vienen las conjeturas sobre las razones posibles. ¿Acaso la creciente presencia rusa estaría justificada por la necesidad que tiene Nicaragua de mostrar alguna fortaleza militar ante Colombia principalmente en el ejercicio de soberanía en el mar recién recuperado? Tiene sentido. Pero… ¿qué gana Rusia en todo esto? Si en este mundo nada es gratis, ¿con qué moneda es que le pagará Nicaragua? Ahí está el detalle.
Seducción express
Desde que Daniel Ortega llegó al poder en Nicaragua, en 2007, Rusia ha desplegado un proceso de seducción, barato y fácil, con espejitos y cuentas de vidrios. Comenzaron regalando harina, taxis y buses y de repente ya están acá con tropas, naves, aeronaves, bases y satélites. Claro, tal vez la conquista fácil se explica porque sospechosamente el trigo, los buses y los taxis que venían donados terminaron siendo vendidos, baratos pero vendidos, por las empresas de la familia presidencial.
A la hora de pagar
El problema es que todas estas ofertas a bajo precio que anda haciendo Ortega a nombre de Nicaragua, nos pueden salir muy caras a todos. Imagínese que ya a estas alturas el chino Wang Jing podría salir cobrándonos de nuestras reservas bancarias los millones que dice haber invertido en el canal fantasma que supuestamente se está construyendo en Nicaragua. Pero eso no es lo peor que nos podría pasar. Estando como está el mundo ahora que es un polvorín, a la hora que estalle una guerra grande, ¿de qué lado va estar Nicaragua? ¿Va a poder quedarse al margen con tropas, medios y bases rusas metidas aquí?
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