El crimen de un menor de 11 años ocurrido el 19 de mayo en una zona fronteriza con Nicaragua, tiene de nuevo en conmoción a Costa Rica, el país pacífico que ve cómo estas tragedias se repiten con facilidad en su sociedad.
De camino a la escuela, ubicada a 800 metros del hogar, en Valle Bonito de San José de Upala, frontera con Nicaragua, un peón agrícola tico de 19 años, de apellido Umaña, interceptó a una pareja de hermanitos de origen nicaragüenses de 11 y 9 años, la mañana del martes 19 de mayo.
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El interés del hombre fue, al parecer, para abusar de la niña, la menor de los hermanos, quien apareció la mañana del miércoles en la zona montañosa por donde desapareció, golpeada, llorando y con hipotermia. Su hermano Alexander fue hallado muerto, sobre unas hojas de chagüite, en una quebrada a unos 100 metros de donde fue encontrada la niña.
Según información preliminar del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el niño quiso defender a su hermana del abuso y en cambio fue agredido por el sospechoso. Al parecer el hombre lo golpeó y ahogó en la quebrada. Al menos fue lo que la niña habría dicho al señalar a Umaña como el autor de semejante tragedia.
“No sé cual era realmente la intención de dañar a los chiquitas, es un sujeto raro, no tiene antecedentes penales, tampoco tiene mayor remordimiento donde está recluido en la celda, está tranquilo; pero sí podemos tener un grado muy alto de que este sujeto es el que cometió el delito. Ahora le corresponde a los tribunales demostrarlo en la acusación”, dijo el director del OIJ, Francisco Segura.
En la comunidad donde ocurrió la tragedia se preguntan cómo una persona puede cometer tal crimen.
El niño será sepultado la tarde de este 21 de mayo, en Upala, con apoyo de una funeraria que ayudó con los gastos del sepelio.
La menor es atendida en el Hospital Nacional de Niños, en San José, adonde fue trasladada. Tiene lesiones sicológicas, aunque físicamente ha recuperado estabilidad. Ella no ha vuelto a referirse a lo sucedido.
El OIJ allanó la vivienda de los padres del sospechoso, donde halló evidencias como un cordón con el que habría intentado estrangular a la niña. El sospechoso es indagado por la fiscalía.
Hace tres meses, siempre en la zona fronteriza con Nicaragua, en una comunidad del Cantón de Los Chiles, un niño nicaragüense de dos años y medio murió luego de recibir torturas constantes, incluyendo agujas.
Costa Rica tampoco se repone de la desaparición de una menor de 12 años, ocurrida en 2014 en Heredia, centro del país. Ella es Yerelin Guzmán, cuya desaparición desde julio anterior es un misterio.