Las propuestas que hicieron los obispos al presidente inconstitucional Daniel Ortega, el 21 de mayo de 2014, para crear un verdadero Estado de Derecho en el país, son contrarias a su forma de gobernar y al modelo que Ortega instauró con sus reformas constitucionales. Así lo considera el analista político y constitucionalista Óscar Castillo.
“(Las propuestas de los obispos) Son contradictorias precisamente al modelo de Estado de poder que como modelo político y jurídico (Ortega) incorporó en esas reformas (de 2014), que precisamente implicaron un retroceso a la institucionalidad, Estado de Derecho y respeto a las leyes, que exigieron los obispos en su carta entregada al presidente Ortega”, sostiene Castillo.
A juicio del jurista, el hecho de que Ortega hubiese atendido las inquietudes planteadas por los obispos en el documento En Búsqueda de Nuevos Horizontes para una Nicaragua Mejor es como que el mandatario estuviera aceptando retroceder en su ambición de concentración de poder.
“Si el comandante Daniel Ortega ha querido atender esas inquietudes hubiera implicado retroceder en su esquema de concentración de poder e incluso detener esas reformas, por ello los atendió después (a los obispos) que ya había reformado la Constitución (Política de Nicaragua)”, asegura Castillo.
“Nosotros hemos insistido en que el Gobierno no es a los obispos a quienes tiene que responder. Nosotros fuimos portavoces de las necesidades de la nación y es a los nicaragüenses a quienes debe responder”. Obispo Rolando Álvarez, miembro de la Conferencia Episcopal.
“UNA PROPUESTA FALLIDA”
Para el exlegislador José Pallais, la propuesta de los obispos a Ortega la considera fallida, al considerar que el mandatario no atendió los consejos de los obispos.
“A un año de los sabios consejos de los obispos a Ortega, la institucionalidad del país se ha deteriorado, hay más violaciones de los derechos humanos de los nicaragüenses”, sostiene Pallais.
El político no augura alguna reacción de cambio en Ortega ante las propuestas de los jerarcas católicos, quienes en sus demandas plantearon que era urgente una reforma total al sistema electoral que garantizara elecciones libres y transparentes en el futuro.
“Mi experiencia política me indica que lo que no se cumple al principio, menos que se cumpla al final. Los miembros de la Iglesia que están fundados en la fe tienen la ilusión de un milagro, pero en política yo no puedo esperar milagros”, afirma Pallais.
AFÁN REELECCIONISTA
“Yo no auguro que haya una reacción y si la hay será de muy poca valía, ya que en las reformas constitucionales quedaron plasmados la reelección y la sujeción de los demás poderes al ejecutivo; además, ese afán reeleccionista del presidente (Ortega) y de su partido no permitirán que retroceda un ápice en las reformas electorales”, planteó por su parte Óscar Castillo.
A juicio de Castillo, el silencio de Ortega indica que las propuestas de los obispos no son prioridad para el mandatario.
APARTAR DISCREPANCIAS
La Unidad Liberal, Republicana y Sindical demandó ayer la atención del Gobierno a las problemáticas contenidas en el documento En Búsqueda de Nuevos Horizontes para una Nicaragua Mejor, a un año de que este escrito fue presentado por los obispos católicos al presidente inconstitucional Daniel Ortega.
En un escrito emitido por la Unidad Liberal llama a los demócratas a apartar sus discrepancias, junten voluntades y esfuerzos para hacer realidad los planteamientos de los obispos. El documento fue presentado por Antonio Jarquín Rodríguez, secretario general de la Central de Trabajadores de Nicaragua (CTN).
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