El primer ministro irlandés, el democristiano Enda Kenny, celebró hoy que su “pequeño país” haya sido capaz de enviar un “mensaje global” sobre la “igualdad” con el apoyo mayoritario de su electorado en referéndum al matrimonio gay.
El jefe del Gobierno de Dublín, de coalición entre conservadores y laboristas, aseguró que Irlanda, un país aún mayoritariamente católico, puede ahora continuar avanzando para “crear una sociedad más justa y compasiva”.
El electorado irlandés, de poco más de tres millones, aprobó con un 62.07 por ciento de los votos emitidos en el referéndum celebrado este viernes la legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo, frente al 37.09 por que lo rechazó.
Asimismo, la asistencia a las urnas fue del 60.52 por la más alta desde el referéndum sobre la legalización del divorcio celebrado en 1995, después del cual se celebraron veinte plebiscitos más.
LEGAL EN 18 PAÍSES
La medida no es nueva, pues hasta ahora 18 países han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo: Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, Francia, Brasil, Uruguay, Nueva Zelanda, el Reino Unido, Luxemburgo y Finlandia.
A ellos se suman, Estados Unidos y México, donde estas uniones son posibles en algunas partes del territorio.
No obstante, la importancia del paso dado por los irlandeses radica en que es el primer país del mundo en el que su Gobierno, de coalición entre conservadores y laboristas, consulta a sus ciudadanos sobre esta cuestión.
Su magnitud queda de manifiesto también por el hecho de que la homosexualidad en Irlanda fue despenalizada hace tan solo 22 años y no por decisión gubernamental, sino por la demanda presentada por un activista ante los tribunales europeos.
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